Las mascarillas son estos días objeto de intenso. ¿Cuál es más efectiva para prevenir el contagio por coronavirus? El uso de las mascarillas de tela, una de las opciones preferidas por los ciudadanos, ya se empieza a limitar, e incluso se ha cuestionado la utilidad de emplear dos mascarillas al mismo tiempo y hacer obligatorias las FFP2 en ciertos lugares. En medio de este panorama, aparece la mascarilla elastomérica, una alternativa que ya están empezando a recomendar los expertos.

La pérdida de la efectividad de las mascarillas por el porcentaje de filtración o las dificultades de ajuste son elementos a tener en cuenta a la hora de decantarse por una mascarilla u otra. José Luis Jiménez, uno de los mayores expertos en aerosoles y profesor de la Universidad de Colorado, señala que la elastomérica es mejor que la FFP2 o la FFP3 porque su diseño permite que se fije mejor al rostro, impidiendo que surjan huecos entre la cara y la mascarilla que posibiliten un contagio.

Pero, ¿cómo son las mascarillas elastoméricas? Están formada por un molde de plástico, un sello de una silicona flexible y un filtro N95, con una capacidad de filtrado de partículas del 95%. Además, los filtros son sustituibles, por lo que se puede reutilizar la mascarilla en varias ocasiones, y se puede desinfectar sin influir en su eficacia.

Estas características de diseño hacen que este modelo solucione problemas que tienen otras mascarillas, como la FFP2 o la quirúrgica. Con la FFP2 comparte el mismo material filtrante, el N95, pero, a diferencia de esta, la elastomérica es reutilizable y se ajusta mejor en casi todas las caras gracias a su silicona, por lo que pone fin a los huecos que liberan los aerosoles. Es por ello que el Jiménez considera que deberíamos abandonar las demás mascarillas porque "con las elastoméricas el problema de filtración y ajuste es historia".

Sin embargo, todavía es difícil encontrarla en España. Por ahora, la mascarilla elastomérica no se incluye dentro de las recomendadas por las autoridades españolas para el uso sanitario y de los ciudadanos, y tampoco está disponible en farmacias y supermercados. Aun así, se puede adquirir por internet, pero su precio también puede suponer un obstáculo: en Estados Unidos su precio alcanza los 79 dólares cada unidad.

José Luis Jiménez utiliza su cuenta de Twitter para hacer pedagogía del contagio por aerosoles y de algunos puntos clave para el uso de las mascarillas. Él ya usa mascarillas elastoméricas y las considera "un gran avance". Así describe su experiencia: "Noto que sellan mucho mejor y más consistentemente. Y son menos cansadas de llevar. A medio plazo creo que se impondrán y las N95 actuales serán una reliquia del pasado".