Apenas diez días después de que la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, anunciase nuevas restricciones para tratar de frenar la nueva ola de covid en la comunidad, la responsable de este departamento avanzó ayer mismo que iba a endurecer estas mismas medidas en tres casos concretos: Teruel, Alcañiz y Calatayud. En estas tres ciudades se ha decretado el cierre del interior de la hostelería y de los gimnasios y centros deportivos de forma indefinida hasta que la situación epidemiológica cambie. Además, los establecimientos y comercios no esenciales no podrán permanecer abiertos más allá de las 18.00 ningún día de la semana, y no solo los viernes, sábados y domingos como hasta ahora. Previsiblemente, estas limitaciones entrarán en vigor mañana.

Así, la decisión se ha tomado, según explicó la consejera de Sanidad Sira Repollés, después de «analizar día a día los datos», y en lo que respecta a la incidencia acumulada en los últimos siete días, cuando las penúltimas restricciones ya estaban en vigor, tanto Teruel como Alcañiz y Calatayud seguían sumando positivos día tras día. Ayer, la capital del Bajo Aragón mostraba una incidencia de 1500 casos por cada 100.000 habitantes; Calatayud, 700; y Teruel, 682.

Las nuevas limitaciones son las más duras que se han planteado en Aragón desde la pasada primavera, cuando se decretó el cierre de toda actividad no esencial. Y la decisión de Sanidad ha tenido diferentes respuestas en función del municipio. En Alcañiz, su alcalde, Ignacio Urquizu, asumió que estas nuevas restricciones eran necesarias puesto que desde el consistorio «están muy preocupados» por la evolución de los contagios. «Estamos en un diálogo constante con Sanidad», aseguró el regidor, que explicó también que ayudarán a los comercios que se vean afectados por estas y por las anteriores medidas con ayudas directas. En Calatayud, por contra, el alcalde, el popular José Manuel Aranda, manifestó que están «francamente molestos» por la «descortesía» del Departamento de Sanidad, que no les avisó antes de anunciar las nuevas medidas restrictivas, que conocieron a través de los medios de comunicación.

En Teruel la alcaldesa se pronunció a través de una nota de prensa en la que pidió a los vecinos de la capital de la provincia que «no salgan de sus casas si no es estrictamente necesario». «Parar el virus está en nuestra mano», aseguró la regidora, Emma Buj.

En Huesca, por contra, Sanidad ha decidido levantar el confinamiento perimetral dado que la incidencia acumulada ha descendido por debajo de los 250 casos por cada 100.000 habitantes, el «límite objetivo» establecido. Su alcalde, Luis Felipe, se mostró satisfecho por la decisión y destacó que «Huesca ha tenido siempre un comportamiento muy responsable y ejemplar».

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