El adelanto de la segunda oleada de casos de coronavirus en Aragón ha obligado de nuevo a posponer operaciones quirúrgicas en los hospitales públicos por la necesidad de disponer de camas uci y, en consecuencia, esta situación repercutirá de manera directa en las listas de espera. Así lo reconoció ayer la consejera de Sanidad, Sira Repollés, durante su primera comparecencia ante la Comisión de Sanidad de las Cortes.

De este modo, el plan de choque anunciado por la DGA_antes del verano para reducir las demoras acumuladas durante la primera oleada no se va a poder aplicar. Ya se contaba con un borrador inicial que ahora «tendrá que modificarse», dijo Repollés, al producirse una situación no esperada. «Se están priorizando procesos no demorables, pero sí se han vuelto a ralentizar algunos otros», dijo.

Los últimos datos de las lista de espera de larga duración (más de 6 meses) en Aragón se corresponden al mes de julio y la cifra era de 8.571 personas. En respuesta a una pregunta de la diputada popular, Ana Marín, sobre el número de derivaciones a la sanidad privada, Repollés detalló que durante este 2020 se han realizado 1.163 operaciones de pacientes en estas clínicas. Además, se han producido un total de 13.610 resonancias magnéticas en centros privados. «La mayoría de ellas en Huesca debido a que está en proceso de instalación el aparato del hospital San Jorge», explicó. «La sanidad privada es un complemento en situaciones de necesidad, pero siempre en primer lugar se debe poner una potente sanidad pública. Sin ella no habríamos podido afrontar el desafío que tenemos por delante», apuntó la consejera.

Repollés reconoció en su intervención que cuando aceptó el cargo, a finales de mayo, pensaba que vendrían por delante «unos meses de tranquilidad» tras la primera ola del coronavirus. «Honestamente pensé que me tocaría gestionar la era postcovid, con una cierta incidencia en octubre, pero no ha sido así. Nos ha tocado lidiar con una circunstancia que, si cabe, es peor que la de marzo porque entonces la sociedad estaba confinada y ahora hay vida social continua, más opción de contagios y un contexto de incertidumbre y crisis permanente», dijo.

En este sentido, pidió a los portavoces de los diferentes grupos políticos comprensión porque la toma de decisiones «son día a día, semana a semana, y no sabemos qué sucederá a la siguiente», dijo.

PERSONAL SANITARIO / Por otro lado, la consejera recalcó que se siente «personal sanitario» y por eso comprende «las reivindicaciones justas» de los profesionales. En este sentido y ante la posible congelación salarial de los funcionarios que estudia el Gobierno de España, Repollés dijo que «se intentará que afecte lo menos posible» en Aragón.

Además, reconoció que deben «reforzar» los directores de equipos de Atención Primaria para incorporar protocolos de actuación que ordenen las prioridades en este nivel asistencial «que es la puerta de entrada al sistema», dijo. «También tendremos que incorporar nuevos roles profesionales debido a la nueva forma de asistencia, más plazas de Enfermería y de especialidades, mejorar las condiciones laborales, hacer un generoso recambio generacional y una organización más flexible de sus puestos», expuso.

Repollés manifestó su «voluntad» de convocar «en las próximas semanas» al Consejo Asesor de Salud Mental, mientras que en relación a la falta de plazas de personal sanitario reconoció que es un problema que deriva de una situación nacional porque «durante el periodo de formación tampoco las hay». En este sentido anunció que desde el Salud van a estudiar la posibilidad de que los estudiantes aragoneses tengan «un plus de puntuación» para que puedan ejercer su especialidad y prácticas en Aragón, aunque añadió que se trata de un «plan muy ambicioso que no solo compete a la consejería», dijo