En el ecuador del periodo de 15 días del estado de alarma, Pedro Sánchez ha comparecido para aplaudir el comportamiento ciudadano, advertir de que todavía queda lo “peor” y llamar a la sociedad a resistir en sus casas para luchar contra el coronavirus. Las intervenciones del presidente del Gobierno habían servido hasta ahora para hacer anuncios importantes, ya fueran iniciativas económicas o las medidas de confinamiento. Esta vez, sin embargo, Sánchez ha pronunciado un discurso de más de media hora destinado a un país en ‘shock’.

Aun así, en el turno de preguntas, el jefe del Ejecutivo ha dejado claro que no se plantea, al menos de momento, aprobar medidas más duras de las actuales, que incluyen el confinamiento de una buena parte de la población y cierre de la mayoría de comercios, pero permiten también acudir a comprar bienes de primera necesidad. “¿A qué se refieren? ¿A prohibir comprar el pan? ¿A que una madre no puede salir a pasear a su hijo autista? Hay que saber ponderar y equilibrar. Estamos a la vanguardia en muchas medidas de confinamiento”, ha dicho Sánchez.

“Lo peor está por llegar y pondrá al límite nuestras capacidades. Los casos diagnosticados y fallecidos van a aumentar en los próximos días. Van a llegar a días muy duros. Nos tenemos que preparar psicológicamente. El riesgo está en todas partes. De ahí el confinamiento general”, ha explicado el presidente.