Todos los sectores productivos de la comunidad están colaborando en la medida de sus posibilidades para luchar unidos contra el coronavirus. Sin duda, uno de los que más puede aportar su granito de arena es el textil, teniendo en cuenta la escasez de equipos de protección individual (EPI) entre los sanitarios. La Federación de Industrias Textiles y Confección de Aragón (FITCA) fue consciente de ello desde el principio y comenzó a moverse para ver de qué manera podía ayudar. Así fue como se unió al proyecto Aragón en Marcha, impulsado por CEOE Aragón y la DGA para coordinar a las empresas que podían producir, donar o importar material sanitario. «Los primeros días nos movilizamos para fabricar mascarillas, pero en las últimas semanas han llegado muchas, así que nos dijeron desde el Gobierno de Aragón que ahora urgía más disponer de batas», explica el presidente de FITCA, Luis Aparicio.

Varios sanitarios de los hospitales han alertado en los últimos días del riesgo de tener que reutilizar las batas, que en teoría son de un solo uso pero que ahora se llevan a esterilizar después de cada turno. Ante este problema, el textil aragonés decidió ponerse manos a la obra, a pesar de que ninguna empresa produce habitualmente este material. «El esfuerzo está siendo máximo porque, además, muchos talleres de confección han cerrado como consecuencia de la crisis del sector», apunta Aparicio. En total, casi una treintena de firmas (incluidas algunas de logística) están involucradas en este proyecto, con el compromiso de entregar antes de final de mes 80.000 batas al Ejecutivo autonómico.

El pasado lunes se entregaron las primeras 3.000 batas, se continuó el martes y el miércoles y esta semana se incrementará la producción hasta alcanzar las 5.000 al día, como indicó CEOE. El sector está fabricando dos tipos de batas, unas «antisalpicaduras» y otras «de 20 gramos» (más finas), ambas validadas por la DGA.

Una de las firmas más involucradas en el proyecto es Diapol, ubicada en Cadrete y dedicada entre otras cosas a la distribución de tejidos y a la transformación de bloques de espuma. De hecho, esta empresa se va a encargar de confeccionar, con el apoyo de otras pequeñas firmas, 50.000 de las 80.000 batas. «La suerte fue que teníamos el tejido en nuestro estoc y con alguna pequeña modificación en la línea podíamos empezar a fabricar rápido», explican desde Diapol. El proyecto ha permitido a esta empresa «reinventarse» y, de esta forma, al menos ha podido mantener el empleo de sus 16 trabajadores. «Todos estamos haciendo un gran esfuerzo trabajando festivos y horas extra para que las batas estén cuanto antes», destaca la compañía.

El textil aragonés empezó fabricando mascarillas, pero ahora ya no hay tanta escasez. De hecho, solo con las donaciones de Aragón en Marcha se han adquirido más de 3,5 millones de mascarillas.