A efectos prácticos sigue siendo un examen de acceso a la universidad, pero visto desde cualquier otro punto de vista la coloquialmente conocida como Selectividad de este año (oficialmente Evau) va a ser la más atípica de la historia. El coronavirus y su crisis sanitaria lo ha cambiado todo, también la forma y la organización de este examen que en Aragón se celebrará entre mañana martes y el jueves.

La prueba de Lengua Castellana y Literatura será la que dé el pistoletazo de salida en esta carrera hacia la vida universitaria para un total de 7.400 alumnos en la comunidad, lo que supone 1.200 más que el año pasado. Ese incremento de inscritos en medio de un panorama de prevención y máxima seguridad ha obligado a la Universidad de Zaragoza a realizar un sinfín de modificaciones y a moverse en un contexto alterado y sobre todo inusual.

Las sedes este año serán 83 frente a las 15 del 2019 y para evitar desplazamientos de alumnos entre territorios este año se suman a las habituales instalaciones universitarias lugares como institutos y pabellones de las tres provincias. De hecho, este modelo de descentralización de la Evau por el que ha apostado Aragón ha sido copiado por otros territorios. «Tomamos una gran decisión porque ¿qué hubiera pasado ahora si los alumnos que residen en las comarcas de la fase 2 tuvieran que desplazarse a otras ciudades? Hubiera sido un gran problema», reflexionó hace unos días el rector del campus público, José Antonio Mayoral.

El trabajo ha sido «duro e intenso» en la institución académica. Que se lo pregunten a la vicerrectora de Estudiantes, Ángela Alcalá. «Si me dicen en marzo que iba a pasar todo esto no me lo hubiera creído. Han sido meses de mucho trabajo, de mucho esfuerzo, de muchas reuniones y ahora solo deseamos que todo salga bien, que los estudiantes respeten las medidas y no haya problemas», reconoció a este diario.

PROFESORES VOLUNTARIOS

Los tribunales de evaluación volverán a ser 12, pero los profesores sí se incrementan debido a que hay más estudiantes (serán alrededor de 500 docentes frente a los 300 del 2019). Por otro lado, una de las figuras que este año aumenta su presencia de manera exponencial es la de los voluntarios, que son aquellos profesores que se apuntan a una bolsa para ofrecer su ayuda en la organización de las pruebas y echar una mano en caso de necesidad.

Este año su presencia es más importante que nunca. Según fuentes del campus, ya en febrero y marzo hubo unas 260 personas que se sumaron a esta lista de manera altruista, pero dada la situación se ha abierto otra bolsa para voluntarios que estén pendientes del control de la distancia de seguridad, de dónde están los baños, de los circuitos establecidos o de asegurarse de que las mascarillas están bien puestas. «Además vamos a contar con la ayuda de la Policía Local, que hará vigilancia en las zonas de acceso y también en el campus, por parejas, para el tema del distanciamiento», indicó Alcalá. También habrá personal de seguridad en los edificios. «Todo está en orden dentro de este nuevo orden», añadió.

Hay comunidades como Navarra, Asturias, Castilla y León, Extremadura y Canarias que ya han realizado la Evau, mientras que Aragón, como el resto, lo harán esta semana. «Nos hemos reunido semanalmente la comisión organizadora, se ha trabajado mañana, tarde y noche, fines de semana incluidos, porque no llegábamos. Haberla celebrado antes no hubiera sido viable y siempre hemos seguido recomendaciones de Salud Pública. Ha cambiado todo, hasta la manera de empaquetar los exámenes y el material, las sedes se han duplicado», explicó la vicerrectora de Estudiantes.

La situación atípica también lo es para los propios estudiantes, que, además de los nervios que genera esta fecha, hace tres meses ni siquiera sabían si podrían hacer la prueba ni cómo. «Llegó un momento que incluso no se sabía si se iba a poder hacer una Evau presencial, fueron situaciones confusas y ellos han tenido mucha incertidumbre», dijo Alcalá.

«Su manera de llegar a este examen ha sido con contratiempos. En teoría ellos acababan en mayo y semanas después era la prueba, pero la pandemia lo cambió y alargó todo. Su sensación cuando termine será de alivio, pero la nuestra también porque el engranaje que se ha hecho ha sido extraordinario por parte de todos», reconoce Alcalá.

La convocatoria extraordinaria de la Evau se mantendrá este año en septiembre, pero de cara al curso 2021-2022 Aragón ya anunció hace unas semanas que la adelantará a julio, tal y como vienen haciendo desde hace un tiempo algunas comunidades y como también se venía reclamando desde gran parte de la comunidad universitaria. De este modo, los aspirantes universitarios realizarán el próximo año ambas convocatorias con un margen de un mes de diferencia.

MASCARILLA, PELO RECOGIDO Y 1,5 METROS DE DISTANCIA

El protocolo previsto contempla medidas inusuales en la celebración de la Evau de este año. Cada alumno deberá llevar su propia mascarilla, que no podrá quitarse durante la realización de las pruebas, mientras que aquellos que tengan el pelo largo deberán llevarlo recogido. La distancia será de 1,5 metros en las mesas, los aspirantes deberán lavarse las manos al entrar y el sitio será el mismo durante los exámenes del mismo día. Es decir, este martes el estudiante realizará todas las pruebas (tres en total), a su horario correspondiente, en la misma zona de mesa, pero cambiará el miércoles.

Además, aquellos alumnos y alumnas con el pelo largo deberán recogerlo convenientemente. A la hora de desplazarse, se aconseja que el trayecto se haga a pie en la medida de lo posible y se prohíbe el acompañamiento de familiares a los lugares donde se realizan las pruebas. En cuanto al tiempo, dado que los accesos serán controlados, la llegada debe hacerse con 30 minutos de antelación.

En la mesa de examen se podrá tener, además del documento de identidad, las etiquetas, bolígrafo negro o azul, y aquellos materiales que sean autorizados en algunas materias, así como un botellín de agua sin etiquetas. No se podrá compartir material, por lo que deben asegurarse de llevar todo lo necesario.