El patrón se cumple y, tal y como auguraron antes de Semana Santa expertos y sanitarios, la quinta ola de covid ya se abre paso en Aragón con nuevos confinamientos y más medidas restrictivas ante la tendencia de casos al alza. El cierre de Tarazona no iba a ser un oasis y desde este martes, dada su evolución epidemiológica, también están bajo confinamiento perimental las localidades de Cuarte de Huerva, Fraga y la comarca oscense de La Litera.

Aunque la consejera de Sanidad de la DGA, Sira Repollés, insistió en que la nueva onda epidémica «será diferente a las anteriores», el caso es que los contagios de covid se han disparado en estas zonas, que pasan a un nivel 3 agravado de alerta. Mismas medidas sea cómo sea la ola. Esto conlleva que las actividades no esenciales (hostelería y comercios) deberán cerrar a las 20.00 horas en vez de a las 22.00 horas, como hasta ahora. Asimismo, los aforos en las terrazas serán de un 75% y de un 30% en el interior, mientras que las agrupaciones de personas serán de cuatro en ambos sitios. También en el ámbito privado el máximo serán cuatro personas en estas zonas confinadas.

La vigencia de estas medidas será hasta el 9 de mayo, cuando termina el estado de alarma, aunque la consejera de Sanidad de la DGA, Sira Repollés, señaló que podrán ser levantadas antes si la situación mejora.

Epidemiológicamente, la incidencia acumulada a siete días en Fraga es de 286,59 casos por 100.000 habitantes y de 267,66 en Cuarte de Huerva. En la comarca de La Litera, por su parte, la zona de salud de Tamarite presenta una incidencia de 504 casos y en la de Binéfar son 393. En Tarazona (confinada desde hace una semana), el dato es ahora de 549 casos por cada 100.000 habitantes. Todas están por encima de la tasa de Aragón, que es de 139,3 a siete días.

Monzón y Zaragoza

La adopción de más medidas y nuevos cierres no se descarta en los próximos días en zonas como Monzón o Zaragoza capital, que «preocupan» al departamento. De hecho, Repollés aseguró que van a estar «muy pendientes» de esta ciudad oscense porque «especialmente» la incidencia está aumentado en la zona limítrofe con Lérida. También Utebo o Ejea están en el punto de mira, mientras que en Calatayud empieza a descender la curva.

Sin duda, la ciudad de Zaragoza acapara los focos al ser «la que más influye» en la curva de contagios general de la comunidad. Por el momento, la DGA descarta confinar la capital, con una incidencia a siete días de 145,92 casos por 100.000 habitantes. «Vamos a esperar unos días a tomar una decisión, porque con esa perspectiva valoraremos. Veníamos de tendencia ascendente, pero estos días parece estabilizarse. No es toda la ciudad la afectada, sino algunos sectores, especialmente el sector Zaragoza III. Tomaremos las medidas conforme a indicadores cuantitativos, pero también cualitativos», señaló Repollés.

Pruebas PCR

Ante la capacidad de Aragón de realizar pruebas PCR, que algunos días es bajo pese a la situación de nueva ola, el director general de Salud Pública de la DGA, Francisco Javier Falo, señaló que la comunidad «siempre ha mostrado cifras discretas» en relación a otras comunidades. «Sabemos que la realización de PCR tiene un proceso cíclico, como con los positivos. Hay días que se hacen más y otros menos», dijo. «Lo que sí creo es que hay que hacer las que se deben. En algunos territorios con especial incidencia a veces se aumenta la capacidad y se testa a un grupo de población más amplio», añadió.

En las últimas 24 horas, Aragón ha realizado 2.099 pruebas, cuya tasa de positividad ha sido del 9,24 resultado de 194 nuevos contagios. De manera general, en los últimos siete días este indicador en Aragón es del 10,50%, por lo que ya se sitúa por encima del 10% recomendado por el Ministerio de Sanidad. Algunos parámetros, como reconoció Repollés, son «muy inestables», lo que impide realizar una fotografía fija. Es el caso del índice de reproducción básico, que en las últimas semanas no ha dejado de variar (es ahora de un 1,02).

Riesgo en los hospitales

En los hospitales la situación tampoco permite mucho margen. En estos momentos hay 334 pacientes con covid ingresados, de los que 46 están en la uci (unidad de cuidados intensivos) y 288 en planta. «La ocupación en intensivos es del 21%, con una tendencia a la baja, pero es inestable y son datos que nos preocupan», dijo. En el caso de las camas convencionales, la ocupación es «aceptable», con un 6,8%.

«Sé que estamos todos muy cansados, con ganas de que esto acabe y tengamos un verano normal, pero el horizonte es halagüeño gracias a la vacunación y es importante un último esfuerzo», pidió Repollés