La mayoría de los alumnos superdotados están encantados de estudiar de forma "online" y "no quieren volver al colegio", pues ahora pueden trabajar a su ritmo y se sienten más cómodos en su ambiente familiar, liberados de sus acosadores, que es uno de los "suplicios" que muchos tienen que soportar.

Lo asegura a Efe la presidenta de la Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST), Alicia Rodríguez Díaz-Concha, que recalca, no obstante, la conveniencia de que estos alumnos estén integrados con todo tipo de compañeros.

¿Cómo ha llevado el confinamiento este colectivo?

Lo están afrontando "muy bien", enfatiza Rodríguez.

"De hecho, contactamos de forma bastante habitual con las familias asociadas y todas coinciden: ¡los niños están encantados y no quieren volver al colegio! Destacan especialmente que esta situación les permite trabajar a su ritmo, sin necesidad de hacer las pausas establecidas, y que eso les deja tiempo libre para poder invertirlo en profundizar, investigar otros temas que son de su interés o en sus hobbies".

"Otros afirman que se sienten más cómodos en su ambiente familiar, liberados de sus acosadores, que es otro de los suplicios que muchos de estos niños tienen que soportar", lamenta.

Pero aunque estos chicos "se sienten cómodos", "los padres vemos también la otra cara de la moneda, porque sabemos que ellos necesitan realizar actividades con sus pares. Para ellos es muy conveniente -continúa- estar integrados con todo tipo de compañeros".

"Lo ideal sería una educación mixta en la que pudieran trabajar "online", a su ritmo, pero también socializar y tener contacto con todos sus compañeros, ya que en los niños de altas capacidades su desarrollo emocional y social es tan importante o más que su desarrollo académico. Una parte no se puede desarrollar sin la otra", asevera.

Talento y superdotación

En el curso 2018-19 había 35.494 estudiantes con altas capacidades intelectuales, según la estadística "Alumnado con necesidad específica de apoyo educativo por enseñanza y tipo de necesidad" del Ministerio de Educación.

El departamento de Isabel Celaá señala que el alumnado con altas capacidades intelectuales, valorado como tal por equipos o servicios de orientación educativa, recibe atención educativa a través de medidas específicas como las adaptaciones curriculares de profundización o de ampliación del currículo, flexibilización del periodo de escolarización y participación en programas extracurriculares de enriquecimiento.

Pero Rodríguez especifica que el concepto altas capacidades incluye dos realidades diferentes, "el talento y la superdotación".

Así, los superdotados son los que tienen una capacidad de aprendizaje muy superior a la media en todos los ámbitos o instrucciones diferenciados en los test de inteligencia tradicionales.

Los talentos son aquellos que destacan de forma muy especial en uno o varios ámbitos, pero no en todos.

"Hoy en día sabemos que tanto unos como otros necesitan una educación diferenciada porque tienen capacidades de aprendizaje diferentes al resto de los niños", afirma Rodríguez, que calcula que podría haber unos 800.000 escolares de altas capacidades a día de hoy en España.

Y si en las estadísticas educativas solo se cifra en más de 35.000 las altas capacidades, "significa que la gran mayoría de estos niños no han sido identificados por el sistema educativo".

Críticas a la ley Celaá

La AEST, que atendió el año pasado más de 10.000 consultas, la mayor parte de ellas relacionadas con la deficiente atención recibida en los colegios, son críticos con la reforma educativa del Gobierno.

Rechazan la Lomloe o "ley Celaá" al opinar que demuestra que "se desconoce la realidad que vive este alumnado y sus padres; creen que lo tienen solucionado, pero la cruel realidad es otra".

Desde la asociación se presentaron alegaciones al nuevo proyecto de ley e incluso se solicitó una entrevista con la ministra para poder explicárselas, pero por el momento no han recibido "ninguna respuesta y tampoco las alegaciones presentadas han sido recogidas en el texto".

La mayoría de sus peticiones para la nueva norma pasan por "unificar la legislación de manera que los niños con altas capacidades tengan los mismos derechos en todas las comunidades".

Ahora siguen distintos protocolos de identificación y atención, con lo que "al mudarse de domicilio a otra comunidad muchos niños de altas capacidades dejan de recibir la atención que necesitan. Eso no puede ser", alega Rodríguez.

Tampoco estamos satisfechos con la formación que están recibiendo los profesores y Equipos de Orientación (EOEP) para poder atender a estos niños. "Necesitamos que los profesores reciban una formación eficaz. El riesgo al que nos enfrentamos es tremendo, ya que el índice de fracaso escolar cuando estos niños no son atendidos se dispara incluso por encima de la media", añade.