Los institutos de Aragón tenían hasta este lunes como fecha límite para incorporar a todos sus alumnos a las aulas de manera presencial, pero algunos como el Santa Emerenciana de Teruel se retrasarán unos días (lo harán sí o sí esta semana) debido a que tienen que adaptar varios espacios para conseguir este objetivo. En concreto, harán uso de la cafetería de un centro de día próximo para dar allí clases y cumplir con las medidas y distancias de seguridad. También utilizarán la biblioteca del instituto como aula.

Educación ha permitido en el Santa Emerenciana unos días de demora para adaptar esta organización y los horarios, pero en cualquier caso será esta semana cuando la presencialidad ya sea total en este centro. En el resto de institutos de Aragón, los alumnos de 3º y 4º de la ESO, así como de Bachillerato, ya han vuelto a las clases de manera definitiva tras cinco meses desarrollando un modelo híbrido entre la presesencialidad y la semipresencialidad.

El regreso se ha producido con normalidad y de manera progresiva en las últimas semanas, de tal modo que ayer lunes apenas eran una decena los institutos de la comunidad donde sus alumnos todavía no habían regresado todavía. De hecho, a finales de enero el 80% de los centros ya habían cumplido con esta premisa.

Donde por el momento «no hay fecha prevista» de vuelta a la presencialidad es el instituto Bajo Aragón de Alcañiz, según reconocieron fuentes de la consejería de Educación. En esta instalación, con más de 1.000 alumnos, la situación es algo más complicada y, además, se sitúa en uno de los focos con más contagios de la comunidad ahora mismo. De hecho, hay varios alumnos contagiados, con las consiguientes cuarentenas de contactos directos, por lo que la situación es compleja en cuanto a organización y docencia. «Se están manteniendo reuniones entre la dirección y el inspector de Educación para ver distintas soluciones, pero de momento no hay un día concreto para que regresen a la presencialidad», añadieron desde la DGA.

Aula en La Azucarera y problemas en el Ramón y Cajal de Huesca

Por otro lado, ningún instituto de Aragón ha optado por dar clases por las tardes, por lo que los centros han sido capaces de ordenar sus recursos e instalaciones de tal modo que la jornada lectiva, con las medidas de seguridad, se pueda mantener tal y como estaba fijada.

Educación, consciente de los problemas en algunos centros, sí se ha comprometido a la instalación de un aula prefabricada en el instituto La Azucarera de Zaragoza con el fin de poder cumplir con los protocolos exigidos. Además, el departamento está abierto a aumentar el cupo de profesores en algún centro donde la presencialidad y la distancia entre los alumnos exija crear nuevos grupos de docencia para evitar el contacto

Varios alumnos en el patio de La Azucarera, ayer // CHUS MARCHADOR

Por otro lado, en el instituto Ramón y Cajal de Huesca buscan una solución ante la falta de espacio para acoger de forma presencial a sus alumnos de Formación Profesional. De hecho, el centro ha urgido, en varias ocasiones, a Educación medidas para adoptar la situación porque "sigue quedando pendiente la reincorporación presencial de los ciclos formativos de Grado Superior y la Formación

Básica, que de momento no sabemos cómo lo vamos a hacer", señalaron desde el centro.

La falta de espacio impidió ayer su regreso. "Estamos estudiando cómo lo vamos a hacer porque son aulas muy específicas, con recursos muy especiales y está todo colapsado", añadieron. El instituto espera además un proyecto de ampliación, que el año que viene espera un número mayor de alumnos. La previsión es que pasen de 539 a 580 estudiantes de Secundaria, a los que habría que sumar los de Bachillerato y FP y de 90 a 100 profesores.