El tradicional puente festivo de la Semana Santa que discurre desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección fue el más atípico de la historia como consecuencia del estado de alarma por el coronavirus. A pesar de ello, 2.581 personas decidieron incumplir el confinamiento, de los que una veintena de ellos llegaron incluso a ser detenidos. El resto, fueron sancionados.

Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales estuvieron muy pendientes de que se respetaran todas las restricciones. Entre las sanciones más habituales resaltan los que fueron sorprendidos a bordo de sus vehículos tratando de ir a una segunda residencia, pero también hubo casos curiosos como el una persona en la capital aragonesa que fue pillada a más de cuatro kilómetros de distancia de su vivienda que iba, según explicó a los agentes, de paseo con su perro.

En esta misma ciudad detectaron a una persona que iba de pasajera de un taxi. Cuando los agentes municipales le preguntaron que a dónde iba, este hombre acabó reconociendo que iba al domicilio de su pareja sentimental y que en la bolsa que trataba de esconder llevaba unas cervezas que pretendía beberse con él.

Otra intervención sorprendente realizada por la Policía Nacional tuvo lugar en el interior de una peluquería en la que una familia había decidido acudir para cortarse todos los miembros de la misma el pelo y hacerse incluso tratamientos.

Los agentes también descubrieron a un excarcelado de Zuera que vieron varios días deambular en la calle. El último día acabó asegurando que no tenía casa, que había ido a casa de un hermano pero que era insostenible vivir con cinco personas. Fue sancionado.

DROGAS

Pero no respetar el confinamiento también saca a la luz a consumidores de sustancias estupefacientes. El Cuerpo Nacional de Policía sorprendió a un hombre con cuatro gramos de speed y tres de marihuana.

Eran las 16.00 horas cuando fue dado el alto por un coche patrulla que le preguntó por qué estaba en la vía a esa hora. Se puso nervioso y cuando fue cacheado, los agentes le hallaron esa droga, por lo que no solo fue sancionado por ir en contra del real decreto del estado de alarma, sino también por un delito contra la salud pública.

En Sabiñánigo, la Guardia Civil arrestó a una pareja que se había dedicado a aprovechar las circunstancias para okupar una segunda residencia en esta localidad altoaragonesa.

Tras comprobar la identidad de los detenidos, al hombre le constaban numerosos antecedentes por todo tipo de delitos. Tanto él como la mujer, desde el pasado 21 de marzo, habían sido denunciados hasta en nueve ocasiones por incumplir las restricciones de movilidad.

Además, los agentes del instituto armado pudieron comprobar que en algunas de las infracciones cometidas estos se encontraban realizando los desplazamientos juntos, por lo que fueron imputados por desobediencia.