Puede ser que muchos la consideren una locura más, otra propuesta descabellada de Donald Trump, que acaba de asegurar que el deporte de alto nivel, el deporte de competición, ha de volver cuanto antes, no podemos seguir así. El presidente de Estados Unidos reconoce que está harto de ver partidos de baloncesto de otras temporadas en televisión. Los deportes no están pensados para esto. Hay que volver a competir, los aficionados también lo quieren.

Lo cierto es que la situación es complicadísima en todo el mundo y aunque los dirigentes del deporte mundial no paran de hacer cuentas y preparar posibles regresos a la actividad y todo tipo de calendarios, la vuelta será muy complicada. Es evidente que se han ido dando pasos en esa dirección pues muchos deportes, por ejemplo, la F-1 y MotoGP, rechazaba hace semanas regresar a puerta cerrada, sin público, y ahora ya se lo plantean por la amplia audiencia televisiva que arrastran.

Todos quieren volver, pero es complicadísimo.'The Times' ofrecía ayer la versión del doctor Zach Binney, de la Emory Universiti, de Atlanta, que recomienda no abrir los estadios al pública hasta dentro de 18 meses. Volver a competir no significa hacerlo con público, aunque la F-1 o MotoGP mueven 2.000 personas en su paddock, y eso es muchísima gente aunque sea a puerta cerrada. Es verdad que para abrir determinadas instalaciones o estadios no se precisa tanto personal, pero hay que entender que a puerta cerrada no significa cero riesgo.

En espera de la vacuna

Fue, precisamente, Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna Sports, la empresa que organiza el Mundial de MotoGP, quien primero habló, como acaba de hacer Sandra Zampa, subsecretaria de Sanidad del Gobierno italiano, de la imposibilidad de congregar a miles y miles de aficionados en estadios, palacios de deportes o circuitos antes de que se encuentre una vacuna contra el coronavirus.

La situación es muy mala y será muy difícil organizar grandes eventos antes de que exista una vacuna que frene la propagación de este mortal virus, comentó Ezpeleta hace cinco días. Aunque la vida vuelva a normalizarse poco a poco, las restricciones de viajar seguirán en todos los países. De no hacerlo, sería una locura.

Esa idea fue recientemente compartida, en conversación con El Periódico, por Andoni Zubizarreta, director deportivo del OM marsellés. Yo sigo viendo imposible citar a los aficionados en un estadio, ni siquiera dejando entrar a 15.000 en recintos de 30.000 para que estén más separados. No sé, yo, sin vacuna, no veo aún el regreso a las competiciones, pese a que lo deseo como todos.

No hace mucho, poco después de que prohibiese a la Real Sociedad regresar, aunque fuese individualmente, a los entrenamientos, Irene Lozano, secretaria de Estado para el Deporte, se reunió, de forma telemática, con representantes de las 65 federaciones deportivas españolas, y les expresó ese mismo criterio de imposibilidad, de momento, de volver a la alta competición.

Prudencia en los políticos españoles

Eso sí, Lozano reconoció la importancia del deporte en el ánimo de la gente. Es evidente que España necesitará al deporte para su reconstrucción y, en ese sentido, debemos estar a la altura de las circunstancias, que son muy duras. Con la unión de todos, nuestro deporte tiene un gran porvenir. El sector deportivo se enfrenta a un cambio de paradigma. Cuando volvamos a las calles, cuando esta terrible pandemia pase, todo habrá cambiado, pero tenemos que servir para animar a la gente y demostrar que tenemos un deporte más fuerte y más preparado.

Zampa habla de, como poco, esperar un mes para tratar de plantearse, de nuevo, la posibilidad de reanudar la Liga italiana y, por tanto, la actividad deportiva. La UEFA se reunirá, la próxima semana, para decidir cómo afronta el fútbol el regreso a su actividad y lo hará, según parece, primero con los campeonatos de cada país y, posteriormente, se cree que ya en verano con la finalización de la Champions y la Europa League.

EEUU lo verá por la tele

La sensación de que el aficionado al deporte quiere, sí, volver a vibrar con sus equipos y estrellas, no importa el deporte y el evento del que hablemos, es evidente. Pero, una vez estallada la pandemia, no quieren el regreso de cualquier manera. Un estudio de la Universidad de Seton Hall (South Orange, Nueva Jersey, EEUU) lo deja bien claro: el 72% de los encuestados asegura que no irá a ningún evento deportivo hasta que no exista una vacuna fiable para tratar el coronavirus. Si se limita a grandes aficionados al deporte, es el 61% el que vincula su regreso a la vacuna. Solo un 13% asegura que está listo para comportarse con normalidad si cualquier Liga reabriese la competición.

Eso sí, el 78% de los encuestados aseguran que se resignarían a ver las competición, si fuese necesario y obligado, por televisión con el mismo interés que las veían, antes de la pandemia, en vivo y en directo. En este sentido, En este sentido, en Los Ángeles, su alcalde ya ha avisado que podría no permitir la celebración de ningún partido o concierto hasta el 2021, cuando haya vacuna.

El doctor Ángel Charte, jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Universitari Dexeus Quirón, Director Médico del Mundial de MotoGP y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, cree que el deporte también cura, también sana; bueno, no sé si el deporte, pero sí, desde luego, que la gente esté animada, contenta, apasionada, entretenido por algo que engancha tanto como el deporte.

Charte, que vive desesperado, inquieto, agotado, intranquilo, angustiado por la crisis que ha provocado el coronavirus, no solo en todo el mundo sino en la Sanidad mundial (en su hospital atiende a 62 contagiados), cree que la sociedad, todos nosotros, necesitamos, cuanto antes, empezar a animarnos de nuevo y el deporte, nuestros ídolos, la competición, es algo que nos produce alegría, nos cambia el chip de la mente y nos predispone al buen rollo.

El doctor del Mundial de motociclismo no pretende en modo alguno que se vuelva a la competición, al fútbol, al tenis, a las motos, a la F-1, al baloncesto, de cualquier manera por Dios! ni hablar!, pero sí quisiera que empezásemos a plantearnos la manera de que la alta competición nos ayude, con sensatez y seguridad para todos, a recuperar el ánimo de la gente, ahora que empezamos a tener, de alguna manera, controlado al virus.

Charte, desde luego, no cree que la vacuna vaya a aparecer un día de estos. Aún tardaremos meses, sí, porque el germen no cesa de dar bandazos, indica el doctor del Hospital Dexeus Quirón. Hay mucha gente investigando y la conseguiremos, pero no será mañana ni pasado. Y, en ese sentido, lo que sí necesitamos es animar a la sociedad, reducir la ansiedad que se está apoderando y dañando a mucha gente, pacientes, familiares y confinados. Necesitamos que la gente se recupere del susto e, insisto, el deporte para eso es único.

Yo no sé cómo se vuelve a competir. Desde luego, con seguridad para todos, de eso no hay duda. Lo único que sé es que hay que empezar a dar buenas noticias a la gente y ver competir a Messi, ver jugar a Nadal, ver correr a Márquez o a Hamilton levanta el ánimo de mucha gente. Repito, no sé cómo se hace eso: a puerta cerrada, sin público, en países limpios de la pandemia, con TVno lo sé, pero hay que empezar a pensar en ello como arma para levantar la ilusión de una sociedad que ha sufrido un golpe tremendo, tremendo, concluye el doctor Charte.