Hace seis meses, el incremento incontrolado de casos de coronavirus en España obligó a cerrar los colegios, mandar a los estudiantes a casa y acometer una forzosa transición hacia la enseñanza telemática sin apenas medios, sostenida principalmente con la buena voluntad y el empeño de los profesores y claustros, las familias y los alumnos. Medio año después, las puertas de los colegios vuelven a abrirse con la certeza de que «el riesgo cero no existe» y se pueden producir contagios.

Los departamentos de Educación y Sanidad llevan, según el consejero Faci, «todo el verano trabajando» en los protocolos para «saber qué circunstancias se pueden dar y cómo debemos actuar en cada una». Ya está previsto cómo reaccionar si el contagiado es un alumno o un profesor, y en función de dónde aparezcan los síntomas. Tanto Faci como su superior, la ministra de Educación Isabel Celáa, no fijaron un número de positivos que determine el cierre de un centro, sino que este se hará si hay una transmisión «descontrolada» del virus o «casos a varios niveles».

Si un alumno o un docente presentan síntomas fuera del centro, «no deben acudir al colegio». En el caso del menor, la familia comunicará la situación a la escuela y contactará con su centro de salud. Si fuera positivo, Salud Pública contactaría después con el colegio y tomaría las decisiones oportunas. En el caso del profesor, deberá llamar a su centro de salud y notificará la situación a Riesgos Laborales.

Si los síntomas surgen en el propio centro, se aislará al estudiante en cuestión con mascarilla en un espacio reservado para ello. La familia deberá ir a recogerlo y el centro realizará la ventilación y limpieza de los espacios frecuentados por este alumno. Sus compañeros de clase seguirán asistiendo a ella hasta que se sepa si el resultado de la PCR es positivo o negativo. Cuando sea un docente quien presente síntomas, deberá trasladarse a su domicilio y aislarse a la espera del resultado de las pruebas.

Un caso confirmado

En el caso de que se confirme un contagio en un alumno, además del habitual rastreo, Salud Pública determinará quiénes son sus contactos estrechos en el colegio, «que deberán guardar cuarentena durante 14 días aunque su PCR sea negativa». El alumno contagiado no podrá volver al centro hasta que finalice su periodo de aislamiento, con «firma de declaración responsable por parte de la familia».

Del mismo modo deberán actuar los contactos estrechos, aunque tengan PCR negativa.

Queda en el aire cómo deberán actuar ante positivos los hermanos convivientes. «Estamos perfilando esa situación con Sanidad», dijo Faci.