Un informe realizado por la Universidad de Zaragoza hecho en referencia al turismo y que tuvo lugar en Zaragoza durante la pasada Semana Santa, en abril del 2019, ha calculado el impacto económico de este periodo en la capital en 2.884.484 euros. Esa sería la cantidad base que no llegará a la ciudad entre el 4 y el 12 de abril, las fechas previstas para la celebración de esta festividad.

En esa cifra no está incluido el gasto de los zaragozanos. En años anteriores, la Cámara de Comercio había tasado el impacto en unos 20 millones. De hecho, la suspensión de los actos ha dejado temblando a hoteles y bares. Desde la Federación de Empresarios de Hostelería de Zaragoza, Horeca, ya han pedido a las instituciones ayudas para los pequeños empresarios del sector.

El informe está basado en 400 encuestas hechas aleatoriamente entre los visitantes de las oficinas de información turística de la ciudad. El 39,9% de los entrevistados venían del extranjero. En relación a los españoles, las provincias de Barcelona (12,8%), Madrid (9,8%) y Valencia (6,5%) ocupan los tres primeros lugares, que muestran como motivación principal para visitar la ciudad conocer los monumentos y la cultura (un 64,0%).

Del análisis de los datos se concluye que más de la mitad de los turistas tienen una estancia media en la ciudad de 3 días (36,3%) y 4-5 días (23,1%), seguidos de los que permanecen 2 días (20,6%). Dicha estancia suele darse en hoteles de 3 estrellas (28,5%), seguidos de los de 4 estrellas (19,5%) y 1-2 estrellas (11,6%).

En el informe se matiza que no se trata de un estudio sobre el impacto económico de todos los acontecimientos que tienen que ver con la celebración de la Semana Santa. «Está hecho con los turistas. Ahí no se tiene en cuenta lo que gastamos los que somos cofrades, que acudimos a muchos actos, que tomamos vermú, que comemos... Es un impacto muy bueno para la ciudad, pero nos vamos a quedar sin él», dice la vicealcaldesa, Sara Fernández, consciente de que solo en el impacto más directo ya llega a la ciudad más de millón y medio de euros, además de casi otro 1,3 millón de efectos indirectos, además de la satisfacción general: los turistas califican el destino de Zaragoza con un 9,3 sobre 10.

De momento, la Semana Santa más religiosa será virtual y, quizá, haya sonido de instrumentos en septiembre, posibilidad a la que ya se ha abierto la puerta desde el Vaticano. «Por parte del ayuntamiento tendrán todo el apoyo para lo que se organice como ya hemos demostrado, aunque eso no depende de nosotros. Depende del arzobispado y de la junta de cofradías», dice la concejala de Cultura y Proyección Exterior. En Zaragoza esperarán a que pase la emergencia sanitaria para decidir si trasladan o no las procesiones.

La idea primera, aunque hay mucho por discutir, sería hacer un acto de agradecimiento, pero obviamente tampoco se pueden trasladar todas las procesiones. «La Semana Santa no la podemos suplir, así que habrá que vivirla en estas circunstancias».

Por otra parte, los obispos de los países afectados por medidas de confinamiento por la expansión del covid-19, como es el caso de España, deberán celebrar los ritos de la Semana Santa, pero lo harán «sin la presencia del pueblo» y de forma que los fieles puedan seguirlo «en directo» desde casa a través de los medios de comunicación.

Así lo establece un decreto del Vaticano, en el que ofrece una actualización de las indicaciones generales. «Dado que la fecha de la Pascua no puede ser trasladada, los obispos y los presbíteros celebrarán los ritos de la Semana Santa en un lugar adecuado, evitando la concelebración y omitiendo el saludo de paz».