El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha instalado las tres cámaras térmicas que controlarán la temperatura a quienes accedan a las principales dependencias municipales, así como 300 termómetros láser, 295 mamparas de ruedas y 650 de mesa para garantizar la seguridad tanto de usuarios como de funcionarios. Además, el consistorio ha comprado una cuarta cámara portátil que podrá desplazarse a aquellos edificios en los que, de manera puntual, se necesite.

El alcalde, Jorge Azcón, ha considerado en declaraciones a los medios que con estas adquisiciones, en las que ha invertido más de 165.000 euros, el Consistorio zaragozano se ha vuelto a anticipar en la adopción de medidas de seguridad, ya que no cree que otra administración haya instalado en sus dependencias cámaras térmicas.

Estas cámaras térmicas quedarán instaladas en el acceso a la Casa Consistorial, el edificio Seminario y el cuartel de la Policía Local de La Paz y detectarán las personas en movimiento que superen los 37,5 grados de temperatura.

Esas personas podrán entrar de todos modos a las dependencias municipales, pero una vez detectadas se activará un protocolo para asegurar que no contagian a nadie, ha explicado.

Además, como parte de este "esfuerzo máximo en seguridad", todos los centros de trabajo van a contar con una guía que ha sido supervisada por el Servicio de Prevención y Salud del Ayuntamiento, que facilitará el cumplimiento de las medidas.

En palabras de Azcón, se trata de continuar con el trabajo en materia de seguridad ya iniciado con el reparto de mascarillas a las personas mayores, la colocación de gel hidroalcohólico en el transporte público o el análisis de las aguas fecales para detectar un posible brote de coronavirus en el futuro.

Estas medidas se enmarcan en el plan de desescalada que se está ultimando en el marco del Servicio de Prevención y Salud y, a su vez, en las directrices de desescalada que marca el Gobierno de España.

EL 30% DE LOS TRABAJADORES, DE VUELTA

El 30% de los trabajadores del ayuntamiento de Zaragoza ya está trabajando de forma presencial. Este porcentaje, que no incluye a los efectivos de la Policía Local, llegó a situarse en un 12% durante el mes de abril, cuando la actividad se paralizó a nivel general por la pandemia de coronavirus. «En el proceso de desescalada lo que prima para nosotros es la seguridad. Esto no es una carrera», aclara Alfonso Mendoza, concejal responsable de Personal del ayuntamiento.

El proceso de reincorporación de los funcionarios a sus puestos de trabajo ha de pasar por diferentes fases para ser validado. Primero, el jefe de servicio ha de remitir una instrucción operativa para abrir. Esta debe ser validada por la coordinadora del área y más tarde por el Servicio de Prevención del consistorio. Finalmente, es la mesa de Recursos Humanos la que tiene la decisión final.

«Que un servicio retome su actividad no significa que el 100% de la plantilla vuelva a ese centro», aclara Mendoza, pues es el jefe de servicio en esa instrucción operativa el que establece qué trabajadores siguen realizando su labor desde casa. «Habrá empleados de esta Casa que ya no vuelvan a sus puestos y que a partir de ahora trabajen desde casa», anuncia además el concejal delegado de Personal.