El portavoz de ZeC en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha expresado su temor a que la nueva ordenanza contra el botellón sea utilizada de manera "represiva" por incluir sanciones de 150 euros que ve "un poco desproporcionadas" y ha puesto el énfasis en la necesidad de ofrecer alternativas de ocio a los jóvenes.

En rueda de prensa, Santisteve ha explicado que los votos particulares de ZeC a la ordenanza abordan la relación entre el botellón y la propagación de la covid-19 y la promoción de hábitos de vida más saludables y de alternativas de ocio.

Así, ha considerado que, si lo que se pretende es proteger a la población joven del coronavirus, la vigencia de esta nueva ordenanza debería estar limitada a la duración de la pandemia.

En esa misma línea, ha juzgado "absurdo" que una reunión de tres personas en torno a bebidas alcohólicas pueda ser considerada botellón cuando hasta diez se pueden juntar a beber en una terraza sin ningún problema.

Ha recordado también que los chavales que hacen botellón lo suelen hacer por imposibilidad de consumir alcohol en los locales, por lo que ha rechazado las multas propuestas.

El exalcalde ha defendido también que, para plantear alternativas al ocio ligado al consumo de alcohol, lo que debería haberse impulsado es el Plan Joven aprobado durante la anterior Corporación, que recogió cerca de 1.200 propuestas elaboradas con la participación de la juventud de la ciudad.

Sin embargo, dicho plan está en estos momentos "en el cajón" y el servicio de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza, "prácticamente desmantelado", con gente "a punto de jubilarse" y sin personal joven, ha protestado.

A ello ha sumado que, a lo largo de los últimos meses, se han restringido una serie de actividades culturales que permitían a los jóvenes hacer frente al confinamiento o a la ausencia de ocio alternativo, como las casas de juventud o los centros de tiempo libre, que han estado cerrados este verano.

Por último, Santisteve ha destacado que el problema del consumo masivo de alcohol afecta a toda la sociedad, ya que los jóvenes no hacen más que "imitar" el comportamiento de la población adulta.