Nadie duda a estas alturas de la importancia que tiene para Aragón un evento tan reconocido a nivel internacional como la Quebrantahuesos, una prueba cicloturista de primer orden mundial y una envidia por los parajes que recorre. Mañana a las 7.15 horas, quince minutos antes de lo habitual, arrancará la 28ª edición de una competición con solera y que, de nuevo, contará con una masiva participación, y eso que se han quedado fuera unas 7.000 personas que deseaban disputar la prueba pero que no han podido por la cantidad de solicitudes recibidas, una tónica habitual en los últimos años.

9.000 lo harán la prueba reina, la de Gran Fondo de 198,8 kilómetros, con salida y llegada a Sabiñánigo, y que discurrirá por los puertos del Somport, Marie Blanque, Portalet y Hoz de Jaca. La Treparriscos reunirá a 2.500 ciclistas más que deberán recorrer 85 kilómetros y superar los puertos de Cotefablo y el alto de Petralba. Los corredores deberán superar 3.500 metros de desnivel en la Gran Fondo y 1.350 metros en la Treparriscos.

CORTES DE TRÁFICO

Como cada año no faltarán famosos y laureados exciclistas que no se quieren perder la prueba. Entre los ilustres se encuentra Miguel Induráin, pentacampeón del Tour de Francia (entre otras muchas carreras); Abraham Olano, campeón del Mundo de ruta y contrarreloj y de la Vuelta a España en el 1998; o Purito Rodríguez, que será en esta edición el ciclista homenajeado en Sabiñánigo. Además, habrá representantes de 24 países, lo cual da buena cuenta del carácter internacional de la Quebrantahuesos.

Más seguridad / En logística y seguridad la organización, que corre a cargo de la Peña Edelweiss y de Octagon España, sigue doblando sus esfuerzos para mejorar cada año. La bolsa del participante es más completa, habrá 35 ambulancias repartidas entre la prueba reina y la de medio fondo, cuatro puntos fijos, los accesos han sido renovados, hay más estacionamientos disuasorios o comida para los celiacos.

A las 7.15 horas se acabará la tranquilidad en Sabiñánigo otro año más, por vigesimoctava vez. Será dura, no todos podrán terminarla, pero al final quedará la satisfacción de haber competido en la cicloturista más importante de Europa, al lado de ilustres campeones y en un ambiente que cada año se supera. Hora de rodar.