En un tiempo en el que el deporte aragonés no pasa por su mejor momento, la AD Sala 10 sigue al pie del cañón. El pasado martes, 11 de julio, la entidad aragonesa cumplió nada más y nada menos que 30 años. La próxima campaña será la decimoséptima en la élite de la Liga Nacional de Fútbol Sala y la novena de manera consecutiva. No es casualidad, sino fruto del trabajo diario, y lo define a la perfección Nano Modrego, todo un ilustre del club que, a sus 36 años, seguirá visitendo la camiseta blanquiazul: «Hoy en día los patrocinios privados son muy difíciles de conseguirlos, las subvenciones han bajado una barbaridad y se complica todo. Sacar un equipo de Primera División adelante, en cualquier deporte, es muy complicado. Tiene un mérito increíble llevar 30 años y muchos de ellos al máximo nivel».

De las tres décadas, José Ramón Moreno, el presidente, lleva 28 dentro de la estructura del Sala 10. La entidad nació el 11 de julio de 1987 después de la fusión de dos equipos que compartían la misma instalación de entrenamiento. De ahí nació una relación y una amistad que provocó que, en dicha fecha, el Sala 10 naciera tal y como se le conoce hoy en día. En aquel equipo había ilustres nombres como los hermanos Santi y Julián Herrero, Ángel Rodrigo, Txilu o Amate, entre otros, y que era dirigido por Manolo Bergua, «y tenía un nivel deportivo escandaloso. Hubiera ganado cualquier competición que se hubiera propuesto», recuerda Moreno. «Eran personas que habían mamado el fútbol sala desde pequeños y que amaban este deporte. Esa esencia la mantenemos hoy en día y es algo muy bonito después de 30 años», recalca.

Posteriormente, en el año 1989 se creó la actual Liga Nacional de Fútbol Sala. Al ser campeones de Aragón, el club debía decidir si permanecer en la Federación Española de Fútbol Sala (FEFS) o pasarse a la LNFS. Estimaron quedarse, el equipo perdió una final de Copa del Rey en los penaltis en Salamanca y ganó otra en Calatorao. Al resultar vencedores, el club participó en la Copa Ibérica contra el campeón portugués, todo un hito. Sin embargo, la FEFS desapareció «y nos quedamos en la calle», relata el presidente.

Asentados en Primera

El Sala 10 compitió bajo el nombre de Roldán Pastor en Primera Nacional B, la cuarta categoría nacional. Poco a poco fue subiendo hasta que, en la 98-99, logró el ansiado ascenso a División de Honor. Así, el Sala 10 recogió el testigo del extinto Sego Zaragoza en la máxima categoría. Eso sí, fue un ascenso raro: «José María García me llamó en antena porque al García Auto Coslada, que se había clasificado para jugar el playoff contra nosotros, no le dejaron por temas económicos. Hay unas fotos de celebración en La Granja de directivos y jugadores con champán, pero apenas lo celebramos», cuenta Moreno.

Desde entonces, dos descensos y otro par de ascensos, varias presencias en la Copa de España y un club asentado en Primera que permite a Zaragoza disfrutar del mejor fútbol sala del mundo. Precisamente en la Copa está el mejor momento de Nano y de Moreno. «Eliminamos al organizador al ganar 2-4 y además marqué dos goles ese día. Ese fue de losmejores días del club», confiesa el aragonés.

El sueño de ambos es lograr ganar un título. Es complicado, pero con ilusión y dedicación, a pesar de las dificultades, llegará. Es lo que tiene hacer las cosas con cabeza.