Más de 4.500 espectadores acudieron ayer hasta el pabellón Príncipe Felipe para presenciar en directo la final del Eurojúnior de baloncesto, una cifra considerablemente más alta que en jornadas anteriores. Los aficionados animaron incansablemente a España durante todo el encuentro y, tras la victoria, corearon los nombres de los jugadores y se divirtieron formando la ola mexicana.