Al final se dieron ayer cita unos 500 seguidores del Real Zaragoza en las gradas del campo de Anduva, que estuvo prácticamente lleno (4.920 espectadores). Doscientos de ellos viajaron en los autocares por las peñas. Los aficionados zaragocistas no dejaron de animar a su equipo durante todo el encuentro y cuando finalizó el partido celebraron la victoria con aplausos y cánticos hacia los jugadores, que correspondieron del mismo modo. Algunos futbolistas del Zaragoza les lanzaron incluso sus camisetas para agradecerles en el apoyo recibido en Miranda.

Las aficiones del Mirandés y del Real Zaragoza tuvieron un comportamiento ejemplar y no hubo ningún tipo de incidente durante la jornada. De hecho, los seguidores del cuadro local se sumaron a los del Zaragoza cuando realizaron la ya famosa agapitada en el minuto 32 de la primera parte. En el segundo periodo, quizás alicaídos porque Roger ya había adelantado al cuadro aragonés en el marcador, no participaron en la agapitada. El Mirandés estuvo acompañado por mucha gente cuando visitó el estadio de La Romareda en la primera vuelta de la Liga y también hubo un gran ambiente. Era la primera vez que los equipos se enfrentaba en una Liga.

Poco antes de dar comienzo el encuentro, un seguidor del Mirandés tuvo que ser atendido por efectivos de la Cruz Roja en la puerta 3 del estadio de Anduva tras sufrir un problema cardíaco. Ese aficionado sufrió dos paradas cardíacas, pero, tras ser trasladado a un centro sanitario, los médicos consiguieron que se recuperase.