Si los partidos de fútbol sala durasen 39 minutos, el DKV Seguros Zaragoza tendría siete puntos más --ahora cuenta con doce--, sumaría seis victorias en nueve partidos y ocuparía la quinta plaza de la clasificación. Pero el reloj marca 40 minutos y, en esa diferencia de 60 segundos, el equipo zaragozano ha encajado cinco goles que le han hecho ceder tres empates y una derrota. El último ejemplo, el pasado sábado en el empate a cuatro ante el recién ascendido Muebles Caloto en el Príncipe Felipe. Tatu estableció la igualada final en el fatídico minuto 39, de doble penalti. Hoy vuelve a la competición en Martorell (21.00, Teledeporte).

El DKV no es el más goleado de la categoría, aunque ya ha alcanzado los 40, y no encaja excesivos tantos en los últimos instantes. En realidad, los recibe de forma repartida, 20 en cada mitad de partido, con una peligrosa tendencia a encajarlos en los cinco minutos que preceden al descanso (nueve), pero los seis tantos que ha encajado en los últimos 120 segundos le han costado muy caros.

El particular vía crucis del último minuto que padece el DKV comenzó en Castellón ante el Playas, un equipo que se aparece en la historia más reciente del equipo aragonés como un muro ante el que los de Chavi Ladaga chocan una y otra vez sin encontrar la forma de superarlo. En la tercera jornada rindió visita el cuadro aragonés a su coco particular y, una vez más, cayó derrotado. El equipo zaragozano pudo llevarse el empate que reflejaba el marcador desde el minuto 27, cuando Eli estableció el el 4-4. Pero apareció Josema cuando faltaban 36 segundos para el final y anotó el definitivo 5-4.

Dos veces consecutivas

En la quinta jornada recibió a otro de los grandes, El Pozo de Murcia y, de nuevo, le sobró un minuto. Cáceres estableció el 7-6 en el minuto 32 y, cuando parecía que el triunfo no se iba a escapar, Lenisio cerró su gran tarde (cinco tantos) con el gol del empate definitivo ya avanzado el minuto 38. Una semana más tarde, ganaba por 3-5 en Torrejón ante el Carnicer desde el minuto 34, pero Carlo en el minuto 38 y Oscar en el 39 lograron igualar el marcador y dejar al DKV, una semana más, con la miel en los labios y un poco más hundido en la clasificación. Pero el conjunto aragonés no había terminado de cumplir su penitencia y el sábado pasado se dejó otros dos puntos en el último minuto. Y ya van siete.