El Mundial de MotoGP ha rendido, a lo largo de todo el fin de semana del Gran Premio de Italia, que se celebra en el popular circuito de Mugello, ante 130.000 aficionados, un sentido homenaje al desaparecido piloto norteamericano Nicky Hayden, de 35 años, que falleció la semana pasada tras sufrir un gravísimo accidente cuando se entrenaba en bicicleta de carretera en los alrededores del circuito de Misano, cerca de la localidad italiana de Rimini.

Todos los pilotos llevaron o bien el nombre de Nicky o bien su número, el ya legendario 69, el mismo dorsal que heredó de su padre Earl, en el casco, en el mono o en el carenado de su moto. Incluso el veterano italiano Valentino Rossi, buen amigo suyo, lució un casco nuevo, especial, en el que recordaba a Hayden y, también, al futbolista Totti, que acaba de cerrar su brillante carrera en la Roma.

SENTIDO SILENCIO EN MUGELLO

El campeonato, que construyó un rincón especial en el paddock de Mugello donde estaban las motos que utilizó Hayden a lo largo de su magnífica carrera deportiva, ha guardado esta mañana, poco antes de que se iniciase la carrera de Moto3 con la que se abre cada gran premio, algo más de un minuto de silencio en honor de Hayden, concretamente 69 segundos, su número.

Decenas de pilotos, decenas de periodistas, decenas de organizadores del gran premio y más de 100.000 tifosis, que ya se encontraban en las gradas desde primerísima hora de la mañana, participaron en el sentido homenaje, que fue presidido por el catalán Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de la compañía Dorna, organizadora del campeonato del mundo de velocidad.