El fútbol americano vive en Zaragoza un momento dulce. Por un lado, tanto el equipo femenino como el masculino, Hornets y Hurricanes, afrontan una temporada en lo que viene a ser la Primera División nacional. Por otro, la Federación Aragonesa de la disciplina está a punto de ver la luz, con lo que eso supondrá para defender sus intereses. En ambos casos hay un eje con nombre de mujer: Raquel García.

Ocho años de vínculo con el football acumula ya la actual entrenadora de las Zaragoza Hornets y futura presidenta de la Federación. Una trayectoria de compromiso y disfrute que comenzó mediante otra preparadora, en este caso del gimnasio al que acudía, quien la animó a probar. «Cuando lo conocí, todos tenemos una imagen de golpes, de agresividad, acerca del fútbol americano; pero no es así. Es agresivo pero vas muy protegida para todo», señala García, que destaca que lo que más le enganchó fue «el compromiso y la amistad» que tiene como señas. «Es todo una familia», resume la entrenadora, a la vez que destaca: «Y la diversión, te divierte mucho».

Así comenzó, pues, con el equipo femenino de los Zaragoza Hurricanes. En ese momento, lo conformaban cinco jugadoras, por lo que solo entrenaban. En esa época también existía el Mustang, «un equipo femenino totalmente» y el único que competía en la Liga Nacional. A partir de un campus que se celebró en el Parque Deportivo Ebro, García pasó a formar parte de este club. «Estuve cuatro años de jugadora», recuerda de esa época, en la que ya existían los Hornets también.

Sin embargo, aunque fueran tres las escuadras en Zaragoza, en ese momento los equipos «estaban separados, en crisis de jugadoras». Por ello, detalla, «hace dos años decidieron dar un salto y se unieron».

Tras su paso como jugadora, pasó a entrenar. Cuatro años lleva en el banquillo, un periplo del que recuerda que en la primera temporada solo había tres chicas en el equipo. «Solo entrenábamos, nos juntábamos con cuatro júniors de las Hornets y hacíamos amistosos».

Ahora entrena a una plantilla conformada por 13 jugadoras, una función que le ha dado «muchas» satisfacciones. «Solo ver la progresión que haces, cómo va creciendo un equipo, eso te llena», describe. Así, ver que su escuadra «levanta cabeza y remonta un partido», un momento en el que se puede ver «llenas y felices» a las jugadoras, es uno de sus mejores recuerdos.

La amistad es otro de los conceptos que García nombra con frecuencia a la hora de referirse al fútbol americano. Detalla que, por ejemplo, en el caso de un equipo novato, los demás clubs ayudan, «sea de donde sea», para que avance. «No intentan humillarte; echas un partido de novatas y veteranas y te dejan jugar, no van a pisarte». Además, insiste en que a pesar de esa imagen de deporte rudo y que provoca lesiones, en el fútbol americano, tras ocho años, ha visto «menos que en el fútbol».

Este 2019 afronta una temporada en competición nacional con un equipo en el que sus integrantes «han avanzado mucho». De momento, espera «ganar algunos partidos y que las novatas (hay cuatro) disfruten de lo que es el fútbol americano». Un deporte que, a su parecer, merece «mucha más difusión y mucha más ayuda». «Hay bastante gente, más de lo que nos creemos, que juega. También afición», señala.

Por todo ello, coge con ganas el reto de la presidencia de la incipiente Federación Aragonesa de Fútbol Americano, con el fin de que avance la disciplina, y espera que con el tiempo se convierta en un deporte «más unido» en Zaragoza.