Rodar ciento ochenta kilómetros a 43,748 kilómetros por hora de promedio es casi tanto como volar. Ese registro marcó ayer, entre Teruel y Caspe, el vitoriano Jon Aberasturi, ganador de la etapa y primer líder de la carrera. El final de la jornada, en lo más alto de la localidad de Caspe resultó espectacular. La enorme pantalla instalada junto a la línea de llegada permitió seguir la jugada del último kilómetro, sobre un desnivel que rompía cualquier esquema para un esprint clásico. Con el pelotón hecho un rosario, el corredor del Movistar Sergio Barbero, uno de los llamados a ganar, se vio sorprendido por Aberasturi en la última curva, que rentabilizó unos metros que fueron decisivos para levantar los brazos bajo la pancarta de Turismo de Aragón.

Pero la historia de la primera etapa tuvo algo más que un emocionante final. La jornada se coció literalmente bajo un fuerte sol, con una escapada de cuatro corredores que rodaron a su aire durante ciento cuarenta kilómetros, por las desérticas carreteras de Teruel. Los cuatro aventureros fueron Paco Mancebo (Inteja), Gotzon Martín (Euskadi), Álex Cano (Coldeportes) y Jorge Cubero (Burgos-BH). Los cuatro dieron acción a la carrera mientras detrás le dejaban al potente Movistar la responsabilidad de mantener a buen ritmo el pelotón para evitar males mayores. Sabido es que Movistar viene a por la carrera, por tanto la mejor estrategia es eliminar cualquier riesgo, aunque eso suponga un desgaste extra para sus corredores. Ayer, en esa tarea de apagafuegos el más generoso fue Jaime Castrillo, que al final pagó su entrega en el esfuerzo acusando un leve retraso en la llegada.

Los cuatro escapados no llegaron a disfrutar de una renta superior a los tres minutos porque había un pulso latente en la carrera. Mancebo, insigne conocedor de esta prueba, quería hacer una gran etapa, al igual que sus colegas de escapada, pero tuvo que someterse a diez kilómetros de Caspe. De esta puesta en escena el más beneficiado fue Álex Cano, que se alzó con el liderato de los esprints especiales gracias a ganar los pasos de Utrillas y Alcañiz.

CONTROL DEL MOVISTAR / En la caza de la escapada, solamente cuando ya se notaba la cercanía de meta, el Movistar recibió alguna manita del Academy de Israel a través del neozelandés Schreurs, un equipo combativo que en estos momentos tiene sus mejores ciclistas en el Giro. También lo intentaron a dúo los corredores del Lokosphinx, Sokolov y Evtushenko, pero ahí estaban Castrillo, Arcas y compañía para evitar cualquier alegría. Siguieron intentándolo, también sin fortuna, Javier Moreno (Marseille) y Benfatto (Androni G.) pero fue imposible quebrar un grupo que solamente se rompió levemente en las calles de Caspe cuando la proximidad de la meta y la rampa al cinco por ciento del último kilómetro incendiaron la carrera. En esa batalla final Jon Aberasturi se mostró inteligente e intratable.

Hoy se disputa la segunda de las tres etapas de que consta esta Vuelta Aragón entre Huesca y Zaragoza, de 194 kilómetros. La salida está prevista para las 11.45 horas del Palacio de Congresos de Huesca y la llegada se prevé alrededor de las 16.28 junto a la Torre del Agua, en la zona Expo. Una jornada con muchos equipos interesados en que se cierre al esprint a la espera de la montaña final.