El cruce de acusaciones entre los representantes de uno de los matrimonios atléticos más famosos y peculiares, el que formaron la velocista Marion Jones y el lanzador de peso C. J. Hunter, prosigue con crudeza en Estados Unidos. Después de que el lanzador, retirado en el 2001 tras dar varias veces positivo, acusara a su exmujer de doparse también en la época de los Juegos Olímpicos de Sydney-2000, el abogado de Jones replicó con dureza. "Pensamos que hay un problema serio de credibilidad que concierne a Hunter", aseguró el abogado Joseph Burton, en una carta dirigida al procurador que investiga las implicaciones de los deportistas estadounidenses con el mundo del dopaje. "Hunter miente. No es más que un antiguo marido amargado que busca vengarse", añade el letrado en su comunicado.

Por su parte, los consejeros legales de C. J. Hunter replicaron a esa carta y subrayaron que su cliente "no busca vengarse". Y añadieron: "El trata, simplemente, de cooperar con las pesquisas federales". Según publicó el pasado viernes el diario San Francisco Chronicle , el exatleta reveló a los investigadores que la tres veces campeona olímpica en Sydney (100, 200 y 4x400 metros) utilizó sustancias dopantes antes, durante y después de los Juegos, y que él mismo la había ayudado a pincharse en alguna ocasión en la casa que compartían en Australia. La pareja se separó en el año 2001.

GRIMES, EN EL EQUIPO El abogado de Jones fue más lejos en su acusación y le ha pedido a los investigadores que procedan contra C. J. Hunter por mentir en su declaración oficial. "Dado que Hunter ha mentido a los agentes federales, él también debe ser investigado y sometido a un análisis poligráfico".

Mientras se resuelve este conflicto, otros van surgiendo en el controvertido equipo de EEUU, que ha prometido llevar una selección "limpia" a los Juegos de Atenas. De momento, sin embargo, ha incluido a otro presunto culpable de dopaje, el velocista Mickey Grimes, en el combinado que hoy participará en un encuentro contra Gran Bretaña en Birmingham. Grimes podría haber dado positivo de norandrosterona el pasado 25 de mayo.

SEGURIDAD Por otro lado los Estados Unidos han decidido invertir casi tres millones de dólares para enviar 150 agentes federales a Atenas que protejan la delegación americana durante los Juegos. No se precisa si estos agentes irán o no armados, pero ante esta última posibilidad el ministro de Orden público Georges Voulgarakis subrayó el viernes que la seguridad de los juegos Olímpicos era "la exclusiva responsabilidad" de las autoridades griegas.