Ambos entrenadores vieron el mismo partido, dividido en dos, con una parte para cada uno y conclusiones más positivas para el CAI que para el Joventut. "En la primera parte hemos hecho un baloncesto excelente, con un altísimo porcentaje de acierto, hemos desbordado al rival con buenas defensas, buenos ataques y gran acierto. En la segunda, sin dejar de poner interés, es normal que el que va por detrás dé una vuelta de tuerca. Han aumentado el nivel defensivo, nosotros hemos fallado y eso unos ha generado una presión excesiva", explicó José Luis Abós.

Y entonces aparecieron los fantasmas. "El recuerdo de los partidos anteriores hace mella. Hemos puesto ganas, queríamos hacer más de lo que podíamos hacer. Pero hemos sabido aguantar y hay que felicitar al equipo porque hemos vencido a la ansiedad, que al final ha sido nuestro peor enemigo. Y eso es importante para futuros partidos, saber que en un partido complicado somos capaces de disputarlo y ganarlo", añadió Abós. Salva Maldonado coincidió en las dos partes diferenciadas. "El CAI ha jugado muy cómodo al principio porque no han tenido oposición por nuestra parte. Nuestra primera parte ha sido patética, en la segunda me ha gustado mi equipo, hemos reaccionado, pero lo hemos perdido en la primera parte. Hemos pensado más en la canasta rival que en la nuestra y al final tenemos lo que nos merecemos", resumió el técnico del Fiatc Joventut.