La primera dama de los ríos, es decir, la trucha, ya está a disposición de los aficionados aragoneses a la pesca desde que se abrió la temporada el pasado domingo.

Desde los meses de noviembre y diciembre se han ido observado unas excelentes condiciones para la reproducción de la truchas en todos los ríos aragoneses, por el gran número de "fresadores" (nidos) que las truchas han conformado en sus subidas por los principales cauces de la Comunidad. "Estos aspectos, así como las buenas condiciones del hábitat nos permitía asegurar que íbamos a tener este año muchas truchas. Había buenos caudales de agua en los ríos, bastante limpios y ello propiciaba que las reproducciones fueran numerosas", explica el presidente de la Federación Aragonesa de Pesca, Ramón Rodríguez.

Y con estos parámetros, los pescadores se echaron a los ríos el pasado domingo, al final del puente de San José, con muchas ganas e ilusiones. Sin embargo, como casi siempre y más cuando muchas cosas dependen de la naturaleza, las capturas del primer día de temporada de trucha no se han correspondido con las abiertas expectativas que llevaban en sus cañas los pescadores, teniendo en cuenta que en Aragón existen 66.000 aficionados con sus respectivas licencias.

Según el presidente de los pescadores, la escasez en las piezas logradas se debe a que el agua de los principales ríos trucheros: Veral, Esera, Aragón, Aragón Subordán, Cinca, Isábena, Gállego, Guadaliviar y Guadalope, ha bajado muy fría, consecuencia de los deshielos por las altas temperaturas. "Esto ha ocasionado que las truchas se aletarguen, y no entren como si fuesen condiciones normales de temperatura", explica Ramón Rodríguez.

En primera línea

Aunque no hay motivo para perder el optimismo, de momento "hemos observado también que las truchas eran muy pequeñas y delgadas", apuntó el presidente de la Federación. Todas estas circunstancias tuvo ocasión de conocerlas en primera línea del río el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Alfredo Boné, que recorrió el pantano de Mequinenza y parte del Cinca. Ramón Rodríguez, que le acompañó durante la jornada, le transmitió las preocupaciones y las inquietudes de los pescadores en referencia a los servicios de guardería en los ríos y pantanos.

Rodríguez mostró la barca de la Federación que se destina a uso de guardería en los embalses de Mequinenza y Ribarroja, como un paso más "y muy necesario para atajar daños y perjuicios en nuestros ríos", puntualiza el dirigente de los pescadores. En esta línea, el presidente reconoció la mejora en las tareas de vigilancia. "He notado y observado que los guardas toman notas, miran y recaban información, cada vez más, y ello indica que están más preocupados por el control de los ríos y de la fauna y flora", explicó.

Un responsable que también aprovechó para insistir ante el consejero en la necesidad de buscar un equilibrio entre los proyectos turísticos y el desarrollo de la pesca entre los aficionados. "Es muy bueno que se acentúe el turismo, a todos nos interesa, pero también que ello no merme ni reduzca las opciones de pesca de nuestros aficionados", asegura convencido Ramón Rodríguez.

Aunque la trucha ha asumido una vez más su protagonismo en este mes de marzo, con todos los honores entre los aficionados, cabe recordar que es también un fecha muy adecuada y muy interesante para la pesca del Black Bass.