Entre Murillo de Gállego y el Pantano de la Peña y a la sombra de los Mallos de Riglos y de Agüero está uno de los centros de freestyle más afamados de España. Fue aquí, en el río Gállego, donde se celebró el pasado fin de semana una de las tres pruebas de la Copa de España de Piragüismo en estilo libre. Las otras dos se disputarán en las localidades pirenaicas de Sort y Salt. Era la novena edición del Trofeo Río Gállego, la organizó el Club Murillo Kayak y contó con el patrocinio del Ayuntamiento de Murillo de Gállego y la Diputación de Zaragoza.

La competición se desarrolló en lo que es la una única ola estática o lo que se denomina en la jerga rulo. "No había una distancia determinada y es aquí donde se desarrollan todas las maniobras. La modalidad se llama estilo libre en las categorías de K-1, C-1 y Open. Es piragüismo acrobático y es muy espectacular. El deportista tiene que realizar diferentes maniobras", explica Gustavo Ortas, el organizador de la competición, responsable de la empresa UR Pirineos y presidente de la Asociación Gállego Activo. "Es muy espectacular de ver. A nivel visual, los palistas son auténticos gimnastas. Se meten dentro del kayak, con una pala en las manos y hacen giros y saltos mortales". La especialidad de estilo libre aprovecha los rulos y las olas de la corriente para realizar una serie de figuras, los impresionantes trucos, que se puntúan según su grado de dificultad.

Acudieron 45 participantes de toda España, sobre todo de Cataluña, Aragón, Navarra y el País Vasco. "El equipo más potente es el CP Salt-Ter. La gran figura es Quim Fontané, que ganó en la categoría sénior en K-1. Ya ha ganado varias competiciones internacionales", explica Ortas. No hubo demasiados participantes aragoneses. El más destacado fue José María Miró, del Club Murillo Kayak, que fue el quinto.

Gran caudal

Los ríos del Prepirineo se encuentran este año en una situación atípica. Normalmente la época del deshielo se produce durante estas fechas, pero los mayencos se van a retrasar hasta junio. "La cota de nieve está muy baja y hay unos niveles de agua muy buenos para la práctica de deportes de kayak, hidrospeed, rafting y canoa. Estas magníficas condiciones se espera que se mantengan sin ningún problema en junio. El Gállego es un río que permite la navegación con mucha o poca agua", dice Ortas.

Las vísperas de la competición descendió el nivel de agua. "En función del caudal se origina una ola o un rulo. Al bajar el caudal del río, pasó de ser una ola grande a cerrarse. Si abre, se origina una ola, y si cierra, un rulo. Este se asemeja a una ola que rompe en el mar". Con estas circunstancias de navegación, los piragüistas tenían que cambiar su estilo de maniobrar. "Los movimientos son más agresivos y exigen una fuerza física de los participantes muy grande", afirma Gustavo Ortas.

El sábado fueron las eliminatorias y la jornada fue ventosa. El domingo se disputaron las finales en una mañana de un tiempo soleado. "El sábado se organizó una cena de hermanamiento en el hostal de Murillo de Gallego. Se adecuó el entorno con una limpieza de las orillas para los espectadores y el ambiente fue fenomenal con música y megafonía en la que se explicaba el desarrollo de la competición. También se habilitó una zona para los jueces y se reguló el tráfico en la carretera con unos semáforos", indica Gustavo Ortas.

Los catalanas fueron los grandes dominadores del fin de semana. Junto al triunfo de Joaquím Fontané en la categoría reina, en mujeres se impuso en K-1 Meritxell Solé, del Pallars. En júniors los vencedores fueron Ander de Miguel (Pamplona) y Nuria Fontané (Salt-Ter) y, en cadete, Miguel Puldán (San Sebastián) y Enara Ibarburu (San Sebastián). En C-1 sénior ganó Adriá Bosch (Salt-Ter) y, en júnior, Ander de Miguel y, en la categoría Open, Joaquín Fontané.