A los 28 años se ha quedado sin la motivación que derrochó a manos llenas durante su impresionante vida deportiva. Y Ashton Eaton lo ha hecho al mismo tiempo que su inseparable pareja, la canadiense Brianne Theisen-Eaton, también especialista en pruebas combinadas. Se conocieron a los 17 años en la Universidad de Oregon y, desde entonces, no se han separado, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Ni siquiera han disentido en el momento de la retirada, que anunciaron al unísono el pasado miércoles, ambos con 28 años y en la cima del mundo atlético.

"Lo he dado todo por el decatlón, he hecho todo lo que he podido. Gracias por haberme ofrecido los mejores momentos de mi vida. Me retiro", anunció Ashton Eaton en su cuenta de Twitter. Su mujer desde julio del 2013, Brianne, le acompañó en la difícil decisión. "Sufrí una fatiga mental enorme tras acabar los 800 metros en los Juegos de Río, es como si no pudiera hacer ni un heptatlón más", aseguró la canadiense, bronce en Río. En estas fiestas ya se les ha visto practicando snowboard, y la próxima semana tienen previsto viajar a Banff (Canadá) para seguir con su recién estrenada afición y celebrar el 29º aniversario de Ashton, nacido el 21 de enero de 1988 en Portland. El atletismo ha quedado atrás para los dos después de haber alcanzado, sobre todo él, las más altas cotas.

No en vano, Ashton fue el prototipo del hombre 10, el atleta perfecto, durante un lustro largo. Doble campeón del mundo al aire libre, triple oro en pista cubierta y, sobre todo, doble campeón olímpico, revalidando en Río el título de Londres 2012, una gesta solo al alcance, históricamente, de Bob Mathias (1948 y 1952) y el británico Daley Thompson (1980 y 1984). "Ganar dos oros olímpicos seguidos es muy especial. Algún día me gustaría conocer a Daley, darle la mano y agradecerle que me diera algo que perseguir", aseguró Ashton Eaton nada más revalidar su título en Río igualando el récord olímpico (8.893 puntos) tras una gran lucha con el francés Kevin Mayer (8.834).

EXPLORAR LOS LÍMITES

Su segundo oro olímpico, que llegó tras estar a punto de ser eliminado en pértiga tras dos nulos sobre 4,90, dejó a Ashton "con pocas cosas más que hacer en el mundo del deporte. Es la hora de dejarlo, de hacer algo nuevo. He dedicado los mejores años de mi vida a intentar alcanzar mis límites y, para ser honestos, no sé si lo logré".

Para cualquier otro mortal, ser capaz de correr los 100 metros en 10.21, los 400 en 45 segundos justos o irse a los 8,23 en longitud serían muestras de haber explorado muy de cerca los límites, desde luego. "Estoy decidiendo qué será la siguiente que haga. Ser la primera persona que va a Marte molaría», ha escrito en su biografía de Twitter Ashton Eaton, exhombre 10.