Fiel como pocas, la afición del Real Zaragoza tampoco faltará a la cita de esta tarde. Xavi Aguado se despide en una gran fiesta futbolística (20.00 horas) y La Romareda presentará un ambiente de gala. Todavía quedan entradas por vender, pero al estadio zaragozano pueden acudir 30.000 personas para participar en el homenaje, lo que supondrá una entrada similar a la de un encuentro de Liga. Las previsiones dicen que, al menos, los dos fondos sí estarán completos, para que los tifos preparados luzcan en todo su esplendor. Quienes todavía no tengan su entrada pueden adquirirla en las taquillas del Real Zaragoza o en el Football Story, donde ya sólo quedan las más caras, al precio de 20 euros.

Ayer se ultimaban los preparativos con el depósito en los asientos de cientos de banderas blancas y azules. Del techo se colgaron unos cables sobre los que poder izar imágenes históricas, del capitán y de la Recopa, con las que completar un colorido mosaico que reciba a los participantes. Se puede rozar el lleno en la grada y en el césped, porque serán muy pocos los ausentes. El Zaragoza actual se enfrentará a un combinado de amigos de Xavi Aguado, dirigidos por Juanma Lillo, mientras que el momento más esperado será el choque entre dos conjuntos míticos, el de la Recopa y el Dream Team del Barcelona. El árbitro será Celino Gracia Redondo.

Una fiesta de lujo para el homenaje a un jugador de leyenda que ha tenido que organizar él mismo y que quiso hacer extensiva a Juan Señor y a todos sus compañeros a lo largo de tantos años de carrera profesional. Tras meses de preparativos, todo está listo para una tarde inolvidable que ponga el broche a una época brillante de la historia zaragocista y Aguado, a quien no le tembló nunca el pulso a la hora de enfrentarse al delantero más temible, se siente como un principiante.

LAGRIMAS De pronto, todos los recuerdos, todos los éxitos, todos los amigos, se agolpan en la memoria y los nervios pasan a instalarse en el estómago. "Esto es peor que en mi debut, porque ahora hay más emoción. Sólo espero que todo salga bien y que la gente pase una buena tarde", dice Aguado, resignado a que, a lo largo de la noche, las lágrimas acaben uniéndose también al homenaje.

Será una despedida emotiva a un jugador que supo ganarse un lugar en la historia y en el corazón del zaragocismo, a una época espléndida convertida ya en un recuerdo cada vez más lejano, aunque siempre vivo, y una excusa para el reencuentro. Una fiesta para celebrar que el Zaragoza tuvo un equipo que ganó dos Copas y una Recopa, un internacional histórico como Juan Señor y un capitán que fue capaz de vestir y defender con orgullo la camiseta blanquilla en 473 ocasiones, convirtiéndose en una leyenda que hoy recibirá el abrazo más grande del fútbol. Sobre el césped habrá más de 50 amigos y, en la grada, más de 30.000. Números históricos para un jugador imprescindible en los últimos diez años del Zaragoza que hoy, al fin, recibirá un merecido adiós de leyenda.