D espués de dos semanas fomentando las especulaciones y creando un clima de inquietud en el Barça, Neymar junior tardó media mañana en anunciar que se marchaba. Y lo hizo tomando inmediatamente un avión privado. Hacia Oporto, en una escala técnica donde aguardará acontecimientos; es decir, que el Paris Saint Germain le entregue un cheque de 222 millones que le permita liberarse del contrato que tenía con el Barça hasta el 2021. Sin hablar, pasó por la ciudad deportiva para despedirse de sus compañeros, acudió a las oficinas para confirmar que se va y se trasladó al aeropuerto.

El desenlace del serial protagonizado por el futbolista brasileño tuvo un final fugaz en contraste con la lenta sucesión de los capítulos previos, salpicados de rumores, incertidumbres y filtraciones interesadas por parte de diversas fuentes. El Barcelona aguarda silencioso ante el desarrollo de los acontecimientos que están teniendo estos últimos días.

PERMISO TEMPORAL

«El jugador continúa con contrato en vigor con el FC Barcelona, pero con permiso temporal para no participar en las sesiones de entrenamiento», explicó la entidad en un comunicado, anunciando también que remite a Neymar a pagar la cláusula de rescisión. «El PSG va a pagar en las próximas horas», aseguró Wagner Ribeiro, uno de los agentes de Neymar. La presentación en París será este fin de semana.

Ribeiro era uno de los integrantes de la comitiva que formó el clan en su, tal vez, penúltimo recorrido por la ciudad y que pasó por Sant Joan Despí y las oficinas de Arístides Maillol con destino último al aeropuerto. Mientras tanto, algunos ya excompañeros de Neymar devolvían la despedida publicitándola en las redes sociales. Una de las más emotivas fue la de Leo Messi. «Fue un placer enorme haber compartido todos estos años con vos», publicó el astro argentino en su cuenta de Instagram.

La primera escala tuvo lugar en la ciudad deportiva. Neymar confirmó a Ernesto Valverde que se iba y desmontaba el tridente sobre el que pensaba edificar su proyecto en la temporada de su debut. A continuación, acudió al Camp Nou. En ausencia de Josep Maria Bartomeu, el presidente, le atendieron a él y a su padre Óscar Grau (director ejecutivo), Raúl Sanllehí (director de fútbol y el negociador de su fichaje en el 2013) y el directivo Enrique Tombas (tesorero), quienes les repitieron que quedaba retenida en un notario la prima de 25 millones como pago extraordinario a la renovación del contrato firmado en octubre.

Esta cantidad corresponde a la segunda parte de ese premio. Neymar padre ya cobró un plazo la temporada anterior (16-17), la primera del nuevo contrato. El club no quiso desvelar la cuantía de ese pago.

CON MAXWELL

La resolución parece inminente, según anuncian medios franceses. Le Parisien informó que el vuelo a Oporto, donde se encontraría el grupo con Maxwell, exjugador del Barça y del PSG retirado esta campaña, era una maniobra de distracción. El jugador tiene previsto volar este jueves a París, donde sería presentado mañana y acudiría el sábado al debut del PSG en la Liga francesa, ante el Amiens en el Parque de los Príncipes.

De ser así, el Barça respirará tranquilo, sin temer por la dilación en el pago que retrasaría la planificación deportiva. Necesita los 222 millones para acometer la compra del nuevo 11 del equipo. El expresidente Joan Laporta interpretó a su modo la pérdida de la estrella brasileña. «La marcha de Neymar es una prueba más de la incompetencia de esta junta y por problemas económicos necesitan venderlo sin que se note», explicó el expresidente. Sea una venta, un traspaso o el pago de una cláusula, el club negociaría la cantidad que corresponden a los impuestos, dependiendo de si los paga el futbolista o el PSG en su nombre. El presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, anunció que no aceptaría el pago si procede del PSG porque vulneraría el fair play financiero de la UEFA.

Consumada la mala noticia del adiós de un futbolista extraordinario, que ha marcado 105 goles en 186 partidos y ha colaborado en la conquista de 10 títulos, los ejecutivos intentan cerrar el fichaje de Philippe Coutinho, otro brasileño de 25 años nacido en Río, que pasó por el Espanyol la segunda mitad de la Liga 2011-12. Pertenece al Liverpool, que pagó 10 millones al Inter en enero del 2013. El club inglés no tiene la intención de dejar marchar a su gran estrella, aunque su precio rondará los 100 millones.