Agapito Iglesias sigue sin mover ficha. El accionista mayoritario del Real Zaragoza ha advertido a los dos grupos que quieren comprar el club aragonés que él es el marca los tiempos y que tomará una decisión definitiva sobre la venta cuando crea oportuno. Mientras, tanto el grupo de empresarios aragoneses comandado por Mariano Casasnovas como el grupo con capital alemán representado por Javier Láinez aseguran que tiene prácticamente cerrado el acuerdo con el empresario soriano para adquirir sus acciones y pasar a controlar la sociedad anónima deportiva.

Algunas fuentes, no obstante, apuntan a que las negociaciones con uno y otro grupo las están realizando personas diferentes en nombre de Agapito Iglesias. Con el grupo con capital alemán representado por Javier Láinez podría estar hablando Javier Bazako, que reside en Madrid y que siempre ha sido el hombre de confianza en la mayoría de las operaciones realizadas por Agapito, mientras que con el grupo de empresarios aragoneses comandado por Mariano Casasnovas podría estar llevando las negociaciones alguno de los ejecutivos que ahora pertenecen al club. Pero ninguna de esas personas tiene capacidad decisoria y será el empresario soriano el que determine a quien vende el club siempre que se decida a dar ese paso definitivamente.

El Real Zaragoza necesita una importante inyección económica en el mes de junio para poder finalizar esta temporada. Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que el viernes estuvo presentado un libro en Zaragoza, dijo que la entidad zaragocista precisaba entre 7 y 9 millones de euros para poder terminar el curso, pero desde el club se ha deslizado que con cinco millones de euros sería suficiente para cuadrar las cuentas del ejercicio. Sea una cantidad u otra, Agapito Iglesias necesita que los posibles compradores del club aragonés se comprometan a hacerse cargo de ese dinero para asegurar la viabilidad de la sociedad.

OCHO AÑOS

El próximo lunes se cumplirán ocho años desde que Agapito Iglesias se convirtió en el accionista mayoritario del Real Zaragoza tras comprarle las acciones a Alfonso Soláns Soláns. Desde entonces, el Zaragoza cada vez ha ido a peor tanto en el plano deportivo como en el económico y ahora se encuentra en la situación más critica de su historia. El empresario soriano, con varias causas judiciales pendientes, parece más decidido que nunca a vender la sociedad anónima deportiva, pero, de momento, sigue dilatando su salida de la entidad zaragocista.