Es el momento. El tren que ha pasado varias veces para el Zaragoza en este curso, vuelve a estar en la estación, con el destino hacia las plazas nobles, ahora a siete puntos. En las anteriores ocasiones lo perdió y quizá esta visita del Oviedo, que circula a ocho, a La Romareda (16.00 h.) sea la última, aunque una Liga tan larga siempre concede oportunidades postreras. Pero la de hoy ya es la 28ª cita liguera y el Zaragoza, que llega de crecida tras dos triunfos consecutivos, tiene una ocasión estupenda para presentar su candidatura a la promoción. Sí, se diría que sí es un ahora o nunca.

El equipo de Natxo González llega al partido con buenas sensaciones futbolísticas y en los números, conjugando una ecuación que no había podido unir en todo el curso. El Zaragoza ha sumado 13 puntos de 18 en la segunda vuelta, lleva tres triunfos seguidos en casa, volvió a encontrar el camino de la victoria a domicilio en Tarragona, suma dos encuentros consecutivos sin encajar goles y siete de los últimos 12 y además acumula ocho jornadas consecutivas viendo puerta. Son datos que reflejan que el equipo se ha hecho por fin más fiable, que domina más el área rival y también la propia, aunque ahí cuenta con Cristian Álvarez, cuyo protagonismo bajo palos se agiganta partido a partido.

Quedan 15 citas ligueras con la de hoy y nadie en la historia ha remontado esos siete puntos con el playoff que tiene ahora de desventaja el equipo zaragocista. Sin embargo, queda tiempo para eso y los dos próximos rivales, Oviedo hoy y Numancia el próximo sábado, ocupan ahora mismo plazas de promoción, por lo que ganarles supone recortar seguro con esa zona. Lo dicho, es ahora o nunca para el Zaragoza.

REPETIR EQUIPO / Pero antes de pensar en Soria hay que ganar al Oviedo. Piano, piano. O partido a partido. El Zaragoza, si vence hoy, acumulará su tercer triunfo seguido, una racha que no ha firmado en este curso, ni tampoco en el pasado. Desde abril del 2016 y con Lluís Carreras en el banquillo no sella ese triplete. Como la imagen de la victoria en Tarragona, sobre todo en la segunda mitad, fue convincente, lo más probable es que Natxo González mantenga el once de inicio ante el Oviedo. Solo ha repetido una vez equipo de una jornada a la siguiente, tras ganar al Sporting para jugar contra el Cádiz. Hoy apunta a ser la segunda.

Es verdad que el Zaragoza recupera a Javi Ros, tras cumplir sanción por acumulación de amonestaciones, pero es factible que Zapater se mantenga en uno de los lados del rombo de la medular, donde Eguaras y Guti son inamovibles y Febas, con una férula por su dedo roto, seguiría si el árbitro, como parece, le permite jugar con esa protección. El catalán lleva dos partidos consecutivos de clara mejoría, aunque mantiene la amenaza de Buff.

La otra novedad podría estar en el eje, donde Mikel González puede ser una alternativa y Natxo dijo que no acabó plenamente satisfecho de las prestaciones defensivas en Tarragona. Sin embargo, Perone es fijo para el técnico y Grippo firmó un buen partido, con gol incluido, ante el Nástic, por lo que lo más probable es que ambos sigan de centrales.

El Oviedo llega a La Romareda con una cierta sensación de caída en las dos últimas jornadas, aunque el conjunto de Anquela ya ha dado muestras de sobra de ser un equipo muy competitivo, con calidad arriba (Saúl, Ñíguez, Folch, Toché, Linares...) y fuerte en la estrategia ofensiva. Al técnico jiennense le costó que el Oviedo tuviera su sello al principio de curso, donde la debilidad defensiva fue un lastre, pero enlazó 10 jornadas sin perder cuando cambió el dibujo para jugar con tres centrales y proteger más su portería. El conjunto asturiano es aspirante claro a la promoción a final de temporada y el Zaragoza sueña con serlo. Para ello no puede dejar escapar otro tren.