Las gemelas Alayeto siguen en un gran estado de forma. Mapi y Majo prolongaron ayer su excelente dinámica en el World Padel Tour después de conquistar su cuarto torneo, el tercero de forma consecutiva. Las zaragozanas lograron en el Andorra La Vella Open 2018 su último triunfo después de imponerse en un partido de alta exigencia. Las número uno del mundo acrecentaron su liderato después ganar en la final a Marta Marrero y Alejandra Salazar en una contienda que llegó a los tres sets (7-6, 6-7 y 6-4).

Las aragonesas aspiraban en Andorra a prolongar la racha que dio comienzo por el mes de mayo en Jaén. Después consiguieron su segundo título en Valencia, garon en Mijas y, ayer, consagraron su gran temporada sumando otro título consecutivo. El partido dio comienzo bajo una gran intensidad. Un primer break de las oponentes fue neutralizado al instante por las gemelas, que evitaron así que Marreno y Salazar se distanciasen. Ya con el electrónico igualado se avanzó hacia el resto de un set que estuvo presidido por la igualdad. El partido lo decidió el tie break, donde las zaragozanas dominaron. El set para ellas (7-6).

La segunda manga comenzó con una rotura de servicio de Mapi y Majo para ponerse 2-0, aunque sus oponentes se repusieron de la renta perdida para nivelar el marcador con 2-2. Al igual que el resto del encuentro, el set se resolvió también bajo una igualdad absoluta hasta el duodécimo juego, cuando, con 6-5, las aragonesas no pudieron sacar provecho de hasta tres bolas de partido, dando vida a Salazar y Marrero, que se llevarían la manga en un nuevo tie break (6-7).

El duelo entró en una fase de igualdad feroz, donde la contienda podía caer de cualquier lado. Fueron las jugadoras de Juan Alday las que comenzaron posicionándose por delante en el set con una rotura de servicio para establecer un 3-1 a su favor. Desde ese instante, las número uno se volvieron a armar y superaron el mal momento. Gracias a dos breaks consecutivos pudieron dar la vuelta al marcador y ponerse por delante (5-3). Marrero y Salazar salvaron la situación, pero las aragonesas mostraron su versión más resolutiva en los momentos de máxima exigencia para alzarse con su cuarto título del año, el tercero consecutivo.