Justo antes de ir por la tarde a jugar a Huesca, ayer al mediodía, los jugadores del Albacete, encabezados por el entrenador, Enrique Martín y el consejero delegado del club, Víctor Varela, visitaron a su compañero Pelayo Novo en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. El jugador, que fue trasladado a planta con visitas restringidas en la tarde del miércoles, lleva ingresado desde que el 31 de marzo se precipitó al vacío desde el tercer piso del hotel ABBA de Huesca en el que estaba concentrado con su equipo para disputar el partido contra el conjunto oscense y que fue suspendido ese día.

La visita se prolongó casi una hora y Víctor Varela destacó la «evolución satisfactoria» del futbolista asturiano aunque en estos momentos todavía resulta complicado saber «cuál va a ser el futuro alcance de las lesiones».

También recordó que Novo fue intervenido quirúrgicamente el lunes y todavía está pendiente de volver a pasar de nuevo por el quirófano. Además, Varela expresó el agradecimiento del club manchego por el trato que ha recibido la familia por parte del Hospital Clínico y por la «mejora sensible» de Novo, así como que «las caras han cambiado mucho. Ahora se encuentra muy animado después de unas semanas que han sido muy complejas para él y para su familia. Lo que nos ha transmitido es que no sabe cómo dar las gracias al mundo del fútbol y a los medios de comunicación que en momentos de debilidad le han mandado muchos mensajes de fuerza y no tiene palabras de gratitud para decir a la gente lo que han significado todos los mensajes de apoyo».

Mientras, Enrique Martín aseguró que el «el partido más importante» de los que quedan por jugar es el que van a disputar con él, «que será más largo de 90 minutos y puede que haya prórroga larga», pero mostró su convicción de que lo van a ganar.

Tanto el técnico como su segundo, Alfredo, acompañados por los jugadores Miño, Gálvez, Delgado, Morillas, Cifu y Bíttolo, animaron al jugador y Martín aseguró: «Ha sido un chute emocional grande para él y para los que hemos podido compartir ese momento porque nos llevamos una imagen muy positiva», sentenció, para añadir: «No hemos hablado mucho de fútbol y sí del tema anímico porque la vida no es el fútbol o solo trabajar. Hay que vivir cada segundo, este es el partido más importante para Pelayo y para nosotros, con una prórroga larga, aunque estamos capacitados para aguantar este trayecto y, al final, ganarlo».