Lo peor del choque entre la actual campeona de Europa, Grecia, y la selección de Albania no fue la derrota de los primeros, sino el fallecimiento de un albanés que, según la policía, fue apuñalado en la isla griega de Zakynthos. En ese mismo lugar, dos personas, también de origen albanés, resultaron heridas.

Los incidentes no se terminaron con la muerte del ciudadano albanés, ya que en Atenas, nada más terminar el encuentro, se desató una lucha callejera que terminó con el apuñalamiento de cuatro albaneses y un griego. La policía se empleó a fondo para reprimir los enfrentamientos, que continuaron hasta bien entrada la madrugada. Atenas es un lugar de residencia de una amplia comunidad de inmigrantes de Albania.

La derrota de Grecia ante Albania, en Tirana, por 2-1 sorprendió a los aficionados griegos, que dos meses antes habían visto ganar de manera sorprendente a su selección la Eurocopa de Portugal, en una emocionante final ante los anfitriones. Desde entonces, los problemas se han cebado con el combinado griego, cuyos jugadores estaban muy molestos por no haber percibido aún la prima pactada tras conseguir el torneo continental.

Ni siquiera eso puede explicar la derrota ante una selección tan débil como la de Albania, que ahora, tras su triunfo ante los griegos, ocupa la primera plaza de un grupo en el que también están incluídas también las selecciones de Turquía, Georgia, Dinamarca, Ucrania y Kazakhstan.