El álbum de recuerdos de París

EL SUEÑO

3El año 2004 debía ser el del estreno en Roland Garros para Nadal. Una lesión en el escafoides del pie izquierdo sufrida en Estoril se lo impidió. Su mánager, Carlos Costa, le llevó con muletas a París para que viera el torneo por dentro como premio menor. En las gradas, viendo un partido, le hizo una profecía: «Un día ganaré aquí». Costa entendía la ilusión e incluso creía que aquel chico hiperactivo de 17 años podría conseguir su sueño algún día. Nunca imaginó que 11 veces.

LA PRIMERA

3El alemán Lars Burgsmuller fue su primer rival en Roland Garros en el 2005. Nadal lo superó en tres sets (6-1, 7-6, 6-1). Fue el inicio hacia el primer título en París. En el camino dejó a Richard Gasquet -eterno rival júnior-, Sebastien Grosjean, David Ferrer y, en semifinales, al número 1 mundial, Roger Federer. En la final venció a Mariano Puerta, sancionado por dopaje al día siguiente. No tuvo mucho tiempo de saborear el triunfo. Toni Nadal le dio en Manacor un folio con la lista de errores a corregir.

LA DEFENSA

3La defensa del título no fue un camino de rosas para Nadal en el 2006. Tuvo que deshacerse de duros rivales como Robin Soderling (primera ronda), Lleyton Hewitt (octavos), Novak Djokovic, que se retiró sin jugar (cuartos), e Ivan Ljubic (semifinales) para encontrarse con Federer en la primera de las cuatro finales que ha jugado con el suizo en el torneo. El número 1 intuyó tras esa derrota que nunca lograría vencer a Nadal en París. Y así ha sido.

LA DERROTA

3Desde su debut en Roland Garros, Nadal no había perdido nunca en París. El 31 de junio del 2009, Soderling acabó con esa racha en octavos. El sueco impuso su poderosa palanca de derecha para tumbar al campeón, en un día plomizo y lluvioso, para alegría de Federer, que ese año logró el Grand Slam que le faltaba a su colección. Nadal llegó a París con problemas en la rodilla que arrastró toda la temporada. «¿La lección de hoy? Que nos vamos rápido de aquí», dijo Toni Nadal. Al año siguiente, Nadal se tomó la revancha en la final ante Soderling y ganó el torneo sin perder un set.

EL SUSTO

3Si ha habido un partido en el que Nadal ha estado cerca de la eliminación fue en el año 2011, cuando John Isner le tuvo casi KO en la primera ronda, en la que tuvo que remontar dos sets (6-4, 6-7, 6-7, 6-2 y 6-2). «En las últimas dos mangas nunca había visto un tenis de este nivel», dijo entonces el gigante estadounidense. Superado el susto, Nadal puso la directa para ganar su sexto título. Y de nuevo fue a Federer a quien le tocó felicitarle en la final.

EL FINAL DEL MITO

3Nadal nunca quiere hablar de récords. Pero en el 2012 se presentó en París con una presión añadida. Tenía la posibilidad de batir el récord de seis títulos que tenía Björn Borg en Roland Garros. En el 2009 había perdido la opción de superar al sueco ganando cinco títulos consecutivos. Esta vez no falló. Nadal conquistaría el séptimo título en París ante Novak Djokovic en una final que acabó el lunes por la lluvia. El serbio ya anunciaba que iba a ser su bestia negra. Años atrás, en Wimbledon, su tío Toni le había advertido. «Hoy he visto a un chico que nos va a complicar la vida», le anunció.

EL MARATÓN

3Nadal supo pronto que su tío tenía razón. En el 2013 volvió a cruzarse con Djokovic en París. El tenista serbio le tuvo contra las cuerdas 5-3 en el quinto set de la semifinal. Pero Djokovic falló un smash a un metro de la red. Un error fatal. Nadal lo aprovechó para dar la vuelta al resultado en un combate épico de los que Nadal suele salir casi siempre ganador gracias al espíritu de lucha que le ha caracterizado, pero especialmente a su fuerza mental. «Me gusta sufrir», valoró tras la épica victoria (6-4, 3-6, 6-1, 6-7 y 9-7). Después, David Ferrer poco pudo hacer en la final.

LA ELIMINACIÓN

3La segunda y última derrota de Nadal en París desde que debutó en el 2005 se la infligió Djokovic en los cuartos de final del 2015. Esta vez el serbio, que ya era número 1 e imponía su ley en el circuito, se impuso con rotundidad y claridad al campeón en los cuartos de final (7-5, 6-3, 6-1). «Ya perdí en el 2009 y no fue el fin. He perdido en el 2015 y no es el fin del mundo. Tengo intención de volver en el 2016 a defender mis opciones», dijo en plena reconstrucción física por sus problemas en las rodillas.

LA LESIÓN

3Lo había prometido y llegó a París en el 2016 con victorias en Montecarlo y Roma que le daban buenas sensaciones. Pasó dos rondas cediendo solo nueve juegos. Pero el mismo día de su aniversario, recibió el peor regalo. Las molestias que arrastraba en la muñeca derecha le obligaron a abandonar sin jugar ante Marcel Granollers. «Si seguía en el torneo podría haberme roto la muñeca», dijo decepcionado. Renunció a Wimbledon para poder estar en los Juegos de Río. Ganó el oro en dobles con su amigo Marc López.

LA DÉCIMA

3El 11 de junio del 2017 fue otro día especial para Nadal. Ganó su décima, cediendo solo 35 juegos y sin perder un set en el camino hasta vencer en la final al suizo Stan Wawrinka, un espectador de lujo en esa nueva fiesta de los Nadal en la Phlippe Chatrier, su casa. Roland Garros lo celebró con un homenaje especial a un tenista al que ya han prometido una estatua en el estadio. Se la merece. Ese día fue especial para Toni Nadal, su mentor y entrenador de niño, que al final de la temporada iba a dejar de acompañarle.

CARLOS MOYÁ

3Nadal aún recuerda la regañina de su abuela Bel cuando ganó por primera vez a Moyá. «No me ha gustado que ganes a Carlos», le dijo. Era el 2003, en Hamburgo, y Nadal apenas tenía 16 años. Moyá era el ídolo del joven jugador y el ejemplo a seguir. Les había ayudado y aconsejado en su entrada profesional. Desde entonces ha crecido la amistad entre ellos y Nadal tiene como referencia la Davis que ganó junto a él en Sevilla. Ahora el exnúmero 1 es pieza fundamental en el equipo. «Soy muy feliz por compartir con un amigo éxitos como este», dijo viendo ganar la 11ª de Nadal.