El sábado fue un día muy productivo para los paraguas. Llevarlos al circuito de Alcañiz supuso acertar seguro. Empezó el día con nubes, una ligera lluvia que amenazaba por empañar la jornada creciendo en intensidad y, a los minutos, escampó hasta tener sol y calor, una estampa más propia de esta época del año y para la localidad turolense. Así que paraguas abiertos, no quedaba otra.

Ni la lluvia inicial ni el calor final impidieron, valga la metáfora, que hubiera un goteo de gente que se acercase al circuito para ver los últimos libres. El sábado, para los hosteleros y empresarios del sector servicios es el día grande. El viernes todavía mucha gente trabaja y el domingo, tras las carreras, vuelven a sus hogares, por lo que el sábado es el día marcado. Viene más gente y, en el circuito, se comenzó a notar.

En el paddock, una vez concluida la actividad matinal con la disputa de las clasificaciones, la zona de los motorhomes de los equipos se llenaron de gente a la caza de los ídolos, de su autógrafo o su foto, lo que cayera.

Por ejemplo, la familia Rello lo consiguió. Los cuatro iban ataviados de arriba a abajo con ropa de Marc Márquez, ya que todos le idolatran y el premio de la foto fue merecido tras el viaje de ocho horas desde Vigo para acudir a Motorland. Teo, de 11 años, confiesa que «mis padres veían las motos y yo me empecé a enganchar cada vez más», así como que es la primera vez que viene a Alcañiz, una experiencia única. Para Abril, que también se estrena en Motorland, «es todo muy bonito». ¿Lo mejor? «Que Márquez sale primero». ¿Lo que espera en la carrera? «Que la gane Márquez».

Desde más cerca venía Sergio Navazo con su grupo, pero con las mismas ganas por ser la primera vez: «Es la primera vez que venimos y lo hemos hecho con Aspanoa. Nos lo hemos pasado muy bien, hemos visto los entrenamientos, hemos comido y visto algún box por dentro», relata. Además, aunque estaba con una cierta preocupación por el tiempo, al final ha respetado. «Es una pasada, es una experiencia para repetir varias veces. Es fantástico, porque ves las carreras por la tele y no es lo mismo».

Poco después del mediodía un grupo de seis amigos llegan a una pelouse («la mejor de Motorland, se ve casi todo el circuito»). Y no es la primera vez, la quinta concretamente. Héctor Gracia es uno de ellos, un amante de las motos, que es el principal motivo para que esté en Alcañiz. «Además es el Gran Premio de Aragón, el de casa», cuenta este zaragozano.

Reconoce que el sonido de los motores es lo que más le llena, lo que hace que le gusten tanto el Mundial de MotoGP y el resto de pruebas. «Hemos llegado hoy al circuito y venimos a animar a todos los pilotos españoles. Sé que es difícil, pero ojalá podamos ver tres victorias de los pilotos de aquí. Sería muy bonito», asegura Gracia.