El Zaragoza celebró ayer en La Romareda su último ensayo antes de medirse al Granada. Lucas Alcaraz preparó un entrenamiento centrado en el balón y en múltiples situaciones de partido. De este modo, el técnico trató de trabajar en uno de los aspectos que más le preocupa: la falta de llegadas a pesar de que el equipo rebasa el 60% de la posesión.