A la hora fijada, las siete y media de la tarde, comenzó en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés la charla que ofreció María José Pueyo sobre su trayectoria. El salón estaba lleno de admiradores, atletas de su grupo de entrenamiento, familiares y amigos. Siempre sonriente y casi tan delgada como cuando disputó el maratón olímpico en Pekín, Pueyo llevaba una holgada sudadera blanca de Nike y el pelo largo castaño.

Abrió la charla Marta, una de sus hermanas. «Admiro de Mariajo su esfuerzo, su trabajo y su constancia. Pero sobre todo su alegría. Hoy conoceremos la pasión de su vida que es el atletismo», afirmaba Marta Pueyo.

La charla se fue desgranando de manera pausada con la innata simpatía de la maratoniana. «Al acabar esta charla espero que estéis más motivados, más contentos y con más ganas de conseguir vuestras metas», abrió la atleta. En su primera parte Pueyo habló de sus inicios. Fotos de su infancia, con su familia en Sabiñánigo, sus primeras carreras, podios de natación, carreras enfrentándose a Carmen Félix. «De pequeñita era regordeta y con cara de pilla», afirmaba Pueyo.

Comenzó a practicar el atletismo muy tarde, a los 28 años y corrió 19 maratones. En marzo cumplirá los 47 y ahora ha comenzado una nueva etapa de su vida tras tenerse que someter a una operación de hernia hace algo más de un año. Con la distancia Pueyo relativiza todo lo que le ha pasado en la vida y sabe qué es lo importante y lo secundario.

En su primera etapa no era profesional y trabajaba en un gimnasio. Tras no poder acudir a los Juegos Olímpicos de Atenas por 34 malditos segundos en Rotterdam, Pueyo decidió dar el paso de ser atleta profesional. «En el gimnasio me dijeron si estaba loca. Pero tenía confianza y cuatro meses más tarde gané el Campeonato de España». El maratón de Valencia del 2008 le abrió las puertas de Pekín al correr en 2.32.22.

La segunda parte de la charla explicó su vivencia en la Villa Olímpica con fotos con grandes figuras del deporte mundial. Tras tres cuartos de hora de conferencia llegó la sorpresa. Los 1.500 metros finales de una tirada de 30 kilómetros antes de los Juegos de Pekín. «Tras ver este video saldréis de la sala con más fuerza. Esta es la conclusión. El esfuerzo, la constancia, el sacrificio y creer en uno mismo son claves para conseguir tus sueños», afirmó.