La alegría de los jugadores del Getafe se desbordó tras ganar en Tenerife. Craioveanu se comprometió a ir a la fuente de la Cibeles para celebrar el ascenso, mientras que Pachón estaba fuera de sí de alegría tras marcar los cinco goles de su equipo. "Sabíamos que lo íbamos a tener difícil", comentó Josu Uribe, entrenador del Getafe. "Esto es una alegría que nadie se esperaba", añadió.

Mientras en Getafe y Soria los seguidores se echaron a la calle para celebrar el ascenso de sus equipos, en Vallecas se produjeron diversos altercados por el descenso del Rayo. Los jugadores fueron duramente increpados al salir del campo y Luis Cembranos, ya en la calle, se enzarzó en una pelea con algunos de los aficionados que le insultaron cuando se marchaba en su coche.