Marc Márquez gana siempre en Sachsenring, donde, desde el 2010, cuenta sus participaciones, ocho, por victorias. ¿Será porque es un circuito con diez curvas a la izquierda, sus preferidas, y solo tres a la derecha? El hombre le guiña un ojo a Escobar como pidiéndole permiso para contestarme y suelta: «Gana porque es el mejor, señor. Usted se ha planteado por qué ha ganado también seis veces en Austin, cinco veces en Assen, cinco veces en San Marino, cinco veces en Indianápolis, cuatro veces en Aragón, tres veces en Brno, tres veces en Phillip Island, tres veces en Mugello...» Pare, pare, lo entiendo.

Si ganas uno de cada tres grandes premios que corres, es evidente que el asunto no es que Sachsenring sea un trazado con más curvas de izquierdas que de derechas. No, amigo, no, es que tú, Marc Márquez Alentá, eres un coleccionista de victorias. Por eso eres el líder del nuevo siglo. «No creo que Marc sea este fin de semana mi peor quebradero de cabeza. Es más, debemos pensar más en el subcampeonato que en el título», reconoce Valentino Rossi (Yamaha), 17º ayer en los ensayos del GP de Alemania.

«Si haces un par de vueltas detrás de Marc, te das cuenta de que su pilotaje es increíble, exageradamente brillante, determinante. Tiene algo que los demás no tenemos. No sé que es, pero, en Sachsenring, lo sigo viendo como gran favorito aunque puede, como él ha reconocido, que su Honda haya perdido algo de la ventaja que tenía el año pasado», sentencia Jorge Lorenzo (Ducati), mejor crono ayer.

«No pienso caer en la trampa de que como llevo ocho años seguidos ganando aquí, el domingo será pan comido ¡ni hablar! Es más, veo una carrera más igualada que nunca», explica Márquez cuando le preguntan por su habilidad para ser invencible en Sachsenring. «Siempre he dicho que los trazados con más curvas de izquierdas que de derechas me encantan. Aquí hay el triple», valora Márquez, que está en su jardín.