Por desgracia, en el mundo del fútbol base se producen cada vez más noticias negativas que positivas sobre circunstancias que suceden en los terrenos de juego de Aragón y de España. El fin de semana pasado, una batalla campal entre padres de jugadores infantiles del Alaró y del Collerense baleares avergonzaron con su comportamiento al mundo del fútbol de forma unánime y, anteriormente, varios árbitros fueron agredidos. Sin embargo, ayer se vivió en el campo del Giner Torrero un gesto digno de elogio y que reconcilia con un deporte tan castigado por la violencia.

En el partido que enfrentaba ayer al Giner con la AD Rivas de Segunda Alevín (10 y 11 años), el conjunto visitante, que venció el partido por 1-4, se dejó marcar un tanto ya que, por error y sin maldad alguna, anotó con un rival tendido en el suelo. El entrenador del Rivas, Francisco Javier Espes, le dijo a sus jugadores que se dejaran marcar un gol, una orden que los jugadores acataron de buen agrado y sin reproches, dando así una lección de juego limpio que fue muy aplaudida por el público presente.

«Es un acto que ha sido muy bonito y estamos muy contentos con lo que ha sucedido», afirmó José Ramón Soria, directivo del Giner. Además, el conjunto local felicitó a la AD Rivas «por su gran equipo, por su comportamiento, sus valores y su respeto al deporte y, en particular, a su entrenador». Por suerte, al jugador lesionado no le pasó nada y ambos equipos engrandecieron los valores del fútbol formativo.