-El parón ha perjudicado más que beneficiado al Tecnyconta. ¿Cómo está el equipo?

-El parón y las cosas que han ido pasando. Las sensaciones después del partido del Baskonia son que el equipo está con corazón, con casta y con ganas. Y después el parón yo creo que afecta a todos los equipos que no han competido porque se vio que nosotros íbamos cogiendo más ritmo conforme evolucionaba el partido.

-Entre unas cosas y otras se quedó sin tres jugadores titulares.

-Las cosas son así. De lo que se trata es de intentar encontrar respuesta a eso, o de procurar encontrarla. Y la respuesta a eso es intentar que el siguiente dé ese trabajo y ese paso. Después con los días tenemos que encontrar otras soluciones que pasan por recuperar a Dragovic, que está en ese proceso, y encontrar un jugador que nos venga a ayudar.

-¿Cómo está Dragovic?

-Ha tenido problemas en el gemelo. Va en su proceso de evolución. El otro día no estaba al 100% para el partido y esta semana procuraremos que vaya integrándose a los entrenamientos con regularidad y normalidad.

-¿Qué base prefiere incorporar?

-Lo que pasa es que el mercado está complicado. Lo que buscamos es un jugador que pueda venir, echarnos una mano y ayudarnos desde el principio. La idea es un base pero el mercado es difícil. Hay muchas Ligas funcionando, mucha demanda y pocos jugadores disponibles.

-¿Qué papel debe tener Alocén?

-Su papel es el de un jugador que está en formación y construcción. Lo razonable sería que siguiera los pasos que necesita para seguir evolucionando como jugador. Para eso necesitamos el apoyo de Tomás y de un base que venga a echar una mano. Carlos irá apareciendo ahí. Es un jugador que va a seguir creciendo en la estructura del club, seguro.

-¿Puede ser contraproducente forzar esa progresión?

-Con todos los jugadores de formación se está trabajando creo que con mucha sensatez y prudencia. Dentro de eso el jugador, independientemente de su edad, tiene un momento en el que puede ayudar y dar ese paso. Tampoco creo que sea un gran dilema. En los minutos que ha estado Carlos nos echado una mano y lo va a seguir haciendo mientras las circunstancias sean las que son. Y eso le ayudará a crecer también y no le perjudicará porque está preparado para poder hacerlo.

-¿Le ha trastocado mucho la salida de McCalebb?

-Descompensa en el sentido de que teníamos a McCalebb y a Tomás en un puesto estable y ahora tenemos que solucionar eso.

-¿Qué quiere modificar en el equipo como primer entrenador?

-La idea es la misma ahora que hace un mes. Ir entrenamiento a entrenamiento y partido a partido porque es lo que nos va a dar esa estabilidad que queremos para poder competir en cada una de las situaciones que nos vayamos encontrando, con los problemas que nos podamos encontrar cada semana. Esa es la idea, muy importante desde el punto de vista mental, estar preparado para lo siguiente que nos vayamos a encontrar. Eso da estabilidad y es lo que, desde el punto de vista psicológico, nos hemos planteado.

-Los jugadores le han apoyado y alabado públicamente. ¿Nota ese respaldo en el vestuario?

-Hay compromiso. Sí que veo que los jugadores tienen ganas de hacer las cosas porque creo que son profesionales y la actitud es muy buena. Es el paso para seguir creciendo como equipo.

-¿Ha cambiado su relación con los jugadores?

-Yo creo que no, intento que las cosas sean muy normales y muy naturales. Pienso que funcionamos así, con normalidad y naturalidad. Después uno tiene que tomar decisiones por el bien del equipo y pensando en ganar y en competir. A partir de ahí como todo el mundo lo entiende no hay mucho problema.

-¿Esa es la principal diferencia, la responsabilidad?

-En el baloncesto actual en los grupos de entrenadores las decisiones son tomadas de manera colectiva. En cambio la diferencia es esa, la responsabilidad.

-¿Cómo es su relación con Lamúa?

-Con Sergio fenomenal, interactuamos mucho, hablamos muchísimo las cosas, analizamos mucho todo intentando encontrar respuestas y una vez se toma la decisión empujamos para que todo vaya para delante. Es una relación de mucha colaboración, complicidad, implicación.

-¿Ser primer entrenador era una aspiración de Pep Cargol?

-En su momento tomé la decisión de que quería ser entrenador. Lo dije hace un mes, me considero un entrenador de club que en este momento me ha tocado dar este paso adelante. Lo acepto con humildad, con responsabilidad y por supuesto con ganas y ambición de hacerlo bien.

-¿Qué tipo de entrenador es o quiere ser?

-Me gustan los entrenadores que dentro de la ACB han sabido crecer y evolucionar y se ha mantenido durante mucho tiempo. Por ejemplo, Pedro Martínez, Salva Maldonado, o gente con su personalidad e idiosincrasia distinta como Moncho en Obradoiro, o exjugadores que han sabido crear su identidad como Joan Peñarroya o Pablo Laso. Cada uno adaptada a su personalidad. La mía es reflexiva, analítica. Pero eso no quita para que haya exigencia y capacidad para apretar.

-¿Qué baloncesto le gusta?

-Mi idea es intentar sacar el máximo rendimiento de los jugadores para poder competir. Entonces no se trata de tener un patrón y meter a todo el mundo en ese patrón. Al revés, se trata de llevar a cada uno de tus jugadores al máximo de sus posibilidades para que eso ayude al equipo. A mí me gusta un baloncesto dinámico, que sea retador, que busque tomar el primer buen tiro, pero buen tiro que haya, y para eso hay que tener el balón y para tenerlo hay que estar consistentes en defensa. Hacer las cosas con actividad física, con muchos jugadores implicados.

-Es decir, cuando se tiene un Gary Neal hay que explotarlo.

-El talento se impone siempre. Cuando tienes un jugador como Gary Neal se trata de encontrar soluciones para que sus tiros sean siempre en buenas posiciones, a los que llegue con energía, sin estar cansado, para poder tomar las decisiones, que esté compensado con el resto de balones que tocan los compañeros. Eso hace el juego del equipo menos previsible, más difícil de defender.

-¿Algunos jugadores han pagado su inexperiencia en ACB?

-La ACB es una Liga complicada y difícil, que para el que debuta tiene su proceso y su maduración. Ahora a Dragovic, a De Jong o a Michalak ya no les sorprende tanto lo que se van encontrando como al principio. Ahora tienen un conocimiento de los jugadores, de los equipos. Ese paso de madurez les sirve para jugar mejor.

-¿Michalak ha dado un paso?

-Lo mismo le pasa a De Jong o a Dragovic, incluso a Varnado también. Son gente que aunque tienen recorrido, quizá menos Michalak que no había jugado mucho fuera, a medida que van pasando los partidos conocen mejor lo que se encuentran.

-A Mazalin le cuesta más.

-Hay que tener en cuenta que tiene 20 años y que trabaja mucho y muy bien. Con esa constancia, llegará su momento.

-¿Existe el riesgo de dar menos importancia a ciertos partidos pensando en la permanencia?

-Yo no pienso de esta manera y estoy convencido de que los jugadores tampoco. Cada partido es de nuestra Liga y vamos a ir a competir cada uno de ellos.

-¿Qué sello le gustaría dejar?

-Me gustaría que se viera un equipo comprometido con el baloncesto que hace, que sea capaz de tirarse al suelo a pelear cada balón, que sea solidario en su baloncesto y que se viera el talento que tiene, que los jugadores dieran ese paso y estuvieran cerca de su máximo como jugadores. Un equipo con personalidad.

-¿Se ha visto todo el talento, la capacidad del equipo?

-Hemos ido sacando cosas de talento, somos capaces de anotar con fluidez, de anotar de distintas maneras, buscando y encontrando nuestros puntos fuertes. Eso hablando en ataque. Estamos trabajando en ser mucho más estables y fiables en defensa.