Se corría en Italia. Se corría en Monza. Se corría en casa Ferrari. Se corría ante miles de tifosis ilusionados y ninguna de las dos estrellas de Maranello pudo satisfacer a la afición. Kimi Raikkonen tan solo pudo ser octavo (un puesto más gracias a la penalización de Magnussen), mientras que Fernando Alonso tuvo que abandonar por un fallo en la unidad eléctrica de su motor. ñHabía que apagar el coche porque si no romperíamos todo el motor", aclaró el asturiano. Acabó así con una racha de 29 carreras sin abandonar. ñMejor que llegue este año en el que no nos jugamos nada, pero te molesta por los fans, te entristece", dijo.