Red Bull sigue con problemas, muchos problemas. El RB10 tan solo pudo completar ayer tres vueltas, para un total de 16 en tres días, mientras que Mercedes y Ferrari completan sin problemas más de 60 por jornada. Los ingenieros de Red Bull no son capaces de hacer llegar la energía del sistema ERS a las baterías, y no saben por qué. Pero eso tampoco alegra el día de los rivales, sabedores de que los campeones de los cuatro últimos años "llegarán seguro a Australia con un coche competitivo, velocísimo", dice Fernando Alonso.

El español tomó el relevo de Kimi Raikkonen en una jornada con pocos contratiempos. "Cada vuelta que das generas información, descubres alguna cosa, algo a mejorar, algo que puede dar problemas, es muy importante rodar y rodar". Y sí, la primera toma de contacto confirma que estos coches del 2014 "son diferentes, porque son más lentos".

"Hemos trabajado duro para hacer los cambios que parecían necesarios para superar los problemas que identificamos. Por desgracia, las medidas que tomamos resuelven parcialmente el problema y, al igual que el miércoles, es mejor parar y profundizar en la búsqueda de una solución", explicó Andy Damerum, coordinador de ingeniería en pista de Red Bull. "Es nuestro problema, no el de Renault", añade. En cambio, McLaren, Mercedes y Ferrari ruedan sin aparentes contratiempos (a Alonso se le paró el coche una vuelta por problemas eléctricos, solucionados de inmediato), con buena cara entre los ingenieros y pilotos, generando más y más información, afinando el coche, rodando cada vez más rápido, aunque aún a cinco segundos de los tiempos del año pasado.

Por ahí encuentra Alonso las diferencias en el estilo de conducción. "Pero emocionalmente es lo mismo. Disfrutaba con coches mucho más lentos como los karts, incluso si llevo un Alfa Giullietta. El disfrute tiene que ver con llevar al límite cada vehículo, y en eso no hay diferencias. Hoy mismo he disfrutado mucho, volviendo a subirme a un F-1, con público en las gradas...", explicó el español, con el rostro bronceado tras una estadía en Dubái.

Los cambios en el reglamento son grandes y la actividad para el piloto mayor. "Tampoco es tan complicado", dice Alonso, que recuerda una frase de Michael Schumacher, el hombre al que Ferrari y Mercedes recuerdan en Jerez, y que lucha por recuperar su actividad cerebral, una vez decidido despertar al alemán del coma inducido.