Tocado anímicamente por la muerte de Emilio Botín, mucho más que un patrocinador, un amigo para Fernando Alonso, el español se comienza a hartar de la forma en la que Ferrari y su entorno manejan los medios, en la forma y el tiempo en la que se filtran informaciones desde Maranello a los medios italianos.

"Si tengo que decir algo lo haré en unas semanas, y el día que hable a alguien no le gustará porque haré yo las filtraciones interesadamente", dijo el piloto asturiano a su llegada a Singapur. Sí, Alonso está harto que, desde Maranello, se intente tapar con estas falsedades y filtraciones interesadas el desastre en el que vive el equipo.