Fernando Alonso afronta la quinta prueba del Mundial de Fórmula 1 con nuevas armas. En concreto, con un alerón delantero muy remodelado, innovador y rompedor, aunque habrá que ver cómo se comporta en la pista, en fuego real. El asturiano reconoció que su coche está «por detrás» de la que denominó clase media de la parrilla y espera mejorar con el nuevo coche.

«No estamos en la posición que esperábamos al principio del invierno, pero al mismo tiempo hemos tenido un comienzo muy positivo porque somos el único equipo que hemos terminado las cuatro carreras con ambos coches, hemos puntuado en todas las carreras, estamos cuartos en el Mundial de constructores y hace tres meses estábamos aquí en los ensayos y no pudimos hacer muchas vueltas como el resto de equipos, con problemas de fiabilidad y esto nos marcó mucho en Australia», resumió.

A pesar de los inconvenientes, Alonso insiste en que la fotografía actual es buena «por los resultados que estamos obteniendo», relativos a que ha estado puntuando y concluyendo las carreras. «En términos de competitividad, todavía no estamos en la Q3, entre esos diez mejores y es algo que queremos cambiar y, si es posible, este fin de semana», deseado el piloto de McLaren.