Fernando Alonso puede cerrar en mayo el objetivo de lograr la Triple Corona con una victoria en las 500 Millas de Indianápolis. Para cuando lo haga, tendrá en su zurrón un triunfo en otra icónica carrera, las 24 Horas de Daytona, tras una exhibición de pilotaje nocturno bajo la lluvia y con el apoyo de Kamui Kobayashi, Jordan Taylor y Renger van der Zande.

Si sus compañeros tuvieron alguna duda sobre Alonso por haber disputado solo una vez la prueba solo tuvieron que esperar a ver en acción al asturiano en su primer relevo. Cogió el coche en sexta posición y adelantó a todo bicho viviente, al otro equipo Cadillac y, sobre todo, a los cuatro grandes favoritos, a los dos Mazda y a los dos Acura que habían dominado la clasificación y las dos primeras horas de carrera. Alonso no solo lo se colocó líder a base de ganar centímetros en cada frenada. Acumuló 20 segundos de ventaja.

Los compañeros de Alonso, sin embargo, no fueron tan rápidos y comenzaron a perder posiciones en los siguientes relevos. Cuando Alonso se subió al Cadillac para su segundo cambio lo hizo en cuarta posición. Y entonces comenzó otro recital nocturno bajo la lluvia. Acabó adelantándolos a todos y una hora después sumaba 50 segundos de ventaja sobre el segundo. Una lluvia infernal y un rosario de accidentes salpicaron de banderas amarillas y rojas las últimas horas de carrera que finalizó minutos antes de las 24 Horas con Alonso siempre líder en el último relevo.