Vaya por delante que Niko Hülkenberg es un pedazo de piloto, un tipo rápido que no comete errores, con un palmarés en categorías inferiores tan bueno o más que el de Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Sebastian Vettel, Kimi Raikkonen y Jenson Button. Nadie se explica muy bien por qué aún no pilota en uno de los grandes, pero eso no le resta ni un ápice de reconocimiento entre sus rivales. Pero no, desde luego no era el objetivo de Alonso luchar contra el fornido alemán por la cuarta o quinta posición en las dos primeras carreras. "Después de la calificación pensé que tal vez podríamos desafiar en carrera a Red Bull, no a Mercedes, pero no hemos podido", asegura el bicampeón español. "No es la posición que esperábamos para arrancar el Mundial, desde luego".

De nuevo inicia Ferrari un Mundial por detrás de sus rivales, y de nuevo, tiene mal arreglo. El coche es fiable, sí, y Alonso le saca el máximo. ñCuando estás por delante de tu compañero es que estás haciendo algo extra", dice tras acabar por segunda vez por delante de su compañero Raikkonen, que se quedó sin puntuar tras un toque con Magnussen. Por eso el asturiano marcha tercero del Mundial, pero a este F14T le falta un poco de todo. Debemos mejorar mucho; no tenemos buena tracción, ni la velocidad punta de los Mercedes...".

Alonso ha conseguido dos cuartos puestos, beneficiado en las dos ocasiones por el infortunio de Daniel Ricciardo, que parece haber heredado el gafe de su compatriota Mark Webber. Difícil, muy difícil lo tienen los responsables de márketing de Red Bull para vender su bebida en Australia. Durante las siete temporadas que Webber estuvo en el equipo sufrió toda clase de averías mientras sus compañeros, en especial Vettel, parecían inmunes.

Y, además, los mecánicos erraron en cambios de ruedas, los estrategas le arruinaron carreras que tenía ganadas, su compañero desobedecía ordenes... Y su sucesor sigue sus pasos. Fue segundo en Australia, pero fue descalificado por una irregularidad con el caudalímetro. En Sepang, caminaba pegado a Vettel, pero se le descolgó el alerón delantero de una forma inusual y sus mecánicos la pifiaron en la segunda parada. Le apretaron mal una rueda, le hicieron parar en mitad del pit lane, le empujaron hacia atrás. El motor se recalentó en la operación y le hizo abandonar. Y de postre, 10 posiciones de castigo para Bahréin.