Puede que sea la confirmación de que McLaren ya no es uno de los grandes y, al mismo tiempo, la primera decisión lógica para salir del pozo de la F-1 que comparte con latambién mítica escudería Williams. El caso es que McLaren se ha volcado en el fichaje de James Key como jefe de ingeniería, un especialista en lograr buenos resultados con equipos pequeños, un maestro de la eficiencia, alguien capaz de llevar a un equipo con pocos recursos a pelear podios.

Más cambios en McLaren

La próxima llegada del Key ha forzado la dimisión del jefe de ingeniería, Matt Morris, que aún estuvo presente en el Gran Premio de Alemania. Morris se une así al despido del director técnico del equipo, Tim Goss, en abril y del director deportivo, Eric Boullier, a principios de este mes. Y tras estos ceses, un cambio más sustancial: la organización deja de ser matricial, para volver a tomar forma piramidal. Se acabaron los departamentos autónomos, los proyectos independientes… Ahora todo el desarrollo tendrá un carácter más piramidal, en cuya cúspide estará Key, acostumbrado a manejar grupos de trabajo pequeños, en equipos modestos, para sacar el máximo rendimiento con poco presupuesto.

¿Quién es Key?

Key, de 46 años, ha sido considerado durante mucho tiempo como uno de los ingenieros más talentosos del ‘paddock’. Comenzó su carrera con Jordan en 1998 y permaneció en el equipo en sus distintas reestructuraciones, Midland, Spyker y Force India, ascendiendo hasta el puesto de director técnico. En su última temporada con ellos (2009), Giancarlo Fisichella obtuvo la ‘pole position’ y terminó segundo en Spa con un coche que, por presupuesto, no debería pasar de la 10ª posición.

Key se unió a Sauber en 2010 y ayudó al equipo a convertirse en un aspirante al podio tras haber tocado fondo después de la salida de BMW como motorista de la escudería suiza. De hecho, el equipo firmó tres podios antes de que Red Bull le llamara para reflotar Minardi. Y lo volvió a lograr, situando a los coches de Faenza en los puntos con regularidad, incluso cambiando de motores, Ferrari a Renault, a Honda…

Escuderias filiales

Pero el rumbo de la F-1 camina hacia escuderías filiales que prácticamente heredarán chasis y tecnología de los primeros equipos, algo que hasta este año estaba rigurosamente prohibido. Haas y Sauber casi serán clonados de Ferrari, Mercedes debe decidir entre Force India o Williams para disponer de un filial —quizá lo haga con los dos— y Toro Rosso heredará los diseños de Red Bull. Así que Key poco tendría que hacer, el próximo año, en Faenza.

Fernando Alonso, a la derecha, se cruza, en el 'paddock' de Melbourne, el pasado año, con Carlos Sainz, padre de Carlos Sainz Júnior, con quien el bicampeón asturiano podría formar pareja en McLaren la próxima temporada. / EFE / SRDJAN SUKI

McLaren ha visto en esta situación una excelente oportunidad para rehacer su organigrama a partir de una situación más realista: está en el pozo. Dispone del quinto presupuesto de la parrilla, más o menos la mitad que Ferrari, Mercedes y Red Bull, y es el coche menos competitivo del campeonato, un dudoso honor que comparte con Williams.

Por eso necesita que Key se incorpore cuanto antes. Pero en los pactos entre equipos de la F-1 se estipula que un ingeniero, sobre todo, un jefe de diseño, debe emplear un año sabático (al barbecho que diría un castizo) entre que deja una escudería y comienza a trabajar en otra.

McLaren ha confirmado internamente que ha contratado a Key, aunque no lo ha anunciado oficialmente. Falta un acuerdo con Red Bull-Toro Rosso para que ese año sabático se reduzca al máximo. Si puede trabajar en Woking en septiembre, mejor, para poder influir en la parte final del diseño del coche del año que viene.

Cambio ingeniero por piloto

Y Red Bull, que conoce las necesidades de Woking, no lo dejará irse gratis. “James Key forma parte de Toro Rosso y tiene un contrato de larga duración que está sometido a cláusulas de confidencialidad”, escribió Franz Tost, en un las redes sociales a mediodía, cuando todo el ‘paddock’ de Hungaroring hablaba del fichaje.

No pedirán dinero, pero puede que pidan contraprestación especiales. El programa de pilotos de Red Bull, que tan buenos resultados ha dado con Sebastian Vettel, Daniel Ricciardo, Max Verstappen o Carlos Sainz, siempre ha tenido relevos para Red Bull y Toro Rosso, pero este año se ha cortado por Brendon Hartley. No da la talla, se le va a despedir al final del año, y no tiene relevo en la cadena de formación.

Petición del doctor Marko

Red Bull-Toro Rosso, o lo que es lo mismo, el doctor Helmut Marko quieren a Lando Norris o Sotffel Vandoorme. El primero es propiedad de McLaren y corre en la F-2. El segundo es el compañero de Fernando Alonso en McLaren. Y para acabar de enredarlo, Francia pide a gritos un francés en Renault donde Niko Hulkenberg aún tiene un año más de contrato, mientras Carlos Sainz corre para el rombo en calidad de cedido por Red Bull…Sí, todo apunta a que Carlos Sainz y Fernando Alonso compartirán garaje en McLaren en 2019 y Key aterrizará en Woking después del verano.

“No puedo decir nada de mi futuro”, insistió el francés Esteban Ocon en Hungaroring, pero es un secreto a voces que ha roto su vinculación con Mercedes —corre cedido en Force India— para irse a Renault. “No puedo decir nada”, dijo también Sainz. “Solo que soy piloto de Red Bull y ahora estoy en Renault”, dijo el madrileño que, a la cuarta pregunta, no le quedó más remedio que hablar de una futura cohabitación de con ídolo y amigo Alonso en McLaren. “Un piloto que aspire a lo máximo como yo debe estar preparado para medirse a cualquier piloto de la parrilla, pero Fernando sería el compañero más difícil de batir de toda la parrilla”.